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viernes, 29 de julio de 2011

Cap. 3 - Haley - "Confianza"


  ―Eso no tiene nada que ver contigo.―Habló Ryan con voz dura y fría, parecida a la de su hermano en pocas palabras.―Y a que viene eso?―Exigió claramente deteniendo su avance cuando el viento seso de rozar contra el auricular de su móvil.
  ―Simple curiosidad―Ivan se encogió de hombros sin reprimir su divertida sonrisa.
  Sin hacer el más mínimo aviso, estiré el brazo y presioné el botón de "colgar" fulminando con la mirada al idiota que tenia enfrente.
  ―A que ha venido eso?―Exigí una explicación con el mismo tono de voz que Ryan.
  ―Admítelo. Te morías por saber la respuesta.―Dijo indiferente e ignorando mi pregunta.
  ―Cállate―Escabullí mi mirada en mi plato y continuando con mi cena.
  Secretamente en mi interior, sabia que Ivan tenia razón. Algo dentro de mí hacia que me intrigara esa respuesta, y aunque no la haya obtenido por mi culpa, debía admitir que tuve miedo de oírla.
  Al terminar de comer, satisfecha y con las energías nuevamente renovadas, Ivan anunció que ya era hora de partir. Inspiré profundamente para ponerme de pie y comenzar a caminar hacia la puerta.
  ―Adonde crees que vas?―Pregunto este llamando mi atención y obligándome a girarme para encontrármelo dirigiéndose en la dirección contraria de la puerta.
  ―Dijiste que era hora de marcharnos―Le recordé frunciendo el ceño, enfadada conmigo misma por comenzar a obedecer sin chistar.
  ―No he dicho que nos iríamos por ahí―Dijo señalando la puerta detrás de mí.
  Me quede viéndole y tratando de entender lo que acababa de decir, hasta que mi cerebro unió los cabos.
  ―No!―La breve exclamación de palabra chilló tanto en mi interior como en el exterior.
  Ivan me miro confundido y a la vez algo sorprendido de mi reacción al fracasar en el intento de mantener en secreto su reacción.
  ―No, no! Definitivamente NO!
  ―Te recuerdo que aquí no decides tú.―Habló recuperando esa fría expresión suya.
  ―No pienso salir por ahí!―Me negué señalando con nerviosismo al enorme ventanal que él tenia a sus espaldas, dispuesto a usarla como salida.
  ―Si, si lo harás―Ordenó acercándose con pasos decididos a los que yo retrocedí sin apartar la mirada cautelosa de la malévola sonrisa que se había ensanchado en su estúpida cara al ver el temor en mi rostro.
  Trague el aire con dificultad puesto que sabia con exactitud que él disfrutaba de esto, más de lo que haya podido imaginar. Estaba perdida, no tenia las de ganar y con resignación, me incliné por las suplicas.
  ―Por favor...―La voz me tembló al pedir clemencia con todo el dolor de mi orgullo.
  Esto resultaba ser incluso más patético y rebajante de lo que me había imaginado, pero aún así, bajar desde la ventana de mi habitación no se comparaba con saltar desde dieciséis pisos de altura!―Ba... bajemos por las escaleras o ascensor.
  ―Crees que nos dejaran marchar sin pagar?―Inquirió sin detener su avancé.
  ―Eso es culpa tuya.―Recriminé.
  ―No decías eso cuando dormías placenteramente en esa cama y te comiste el mejor plato de la carta.―Enarcó una ceja con desdén y algo dentro de mí me dijo que lo había planeado así para este momento.
  Me había tendido una trampa... Él muy gilipollas creía que porque me había dado aquellas cosas iba dimitir sin poder negarme al sentirme culpable? Tenia ganas de decirle mil y unas cuantas cosas en la cara, pero no era tonta, no estaba en condiciones de hacerlo enfadar ni de llevarle la contraria. No con lo que él se proponía a hacer.
  ―Eso fue porque no lo sabía!―Mi voz ya comenzaba a sonar suplicante.
  ―Me da igual.
  Retrocedí los últimos pasos que dio este, hasta que mi espalda se topó con la puerta obstaculizando mi escape, me giré rápidamente y la abrí a la velocidad de un rayo; Desafortunadamente, él tenia un concepto muy diferente de lo que era rápido. Antes de que pudiera abrirla por completo y salir, él estampó la palma de su mano contra la puerta sellándola de golpe.
  ―No pienso perder el tiempo más, o lo hacemos por las buenas o lo haré por las malas.―Amenazó ladeando su cabeza con una expresión inocentemente adorable.
  ―O también podríamos huir corriendo―Sugerí al insistir. Sin duda, una idea patética, justo como me veía ahora mismo, mi tobillo no estaba para correr, pero tampoco para saltar desde esta altura!
  Ivan meneó la cabeza negando con una sonrisa en el rostro y en ese mismo instante estuve colgando en uno de sus brazos que me sujetaba con facilidad a su costado. Chille para que me soltaran pero no lo hizo como era de esperarse, comenzó a caminar hacia el ventanal conmigo colgando en uno de sus brazos sin que tuviera alguna oportunidad de salir de esta.
  ―Por favor... No, te lo suplico!―Seguí pataleando, intentando con todas mis fuerzas zafarme de su agarre sin éxito.
  ―No le temes a los vampiros cabreados y te aterran las alturas. Con que clase de bichos se junta Ryan?
  ―Soy humana!―Le recordé. En ese mismo instante, ya habíamos llegado hasta el pie de la ventana, y con un ágil y ligero salto, estuvimos sobre el marco. Con su mano libre, abrió con facilidad una de las hojas de vidrio dejando el pase a una fuerte ráfaga de viento ingresar a la habitación. Solté un grito ahogado cuando en la posición en la que me encontraba, tuve una perfecta y clara perspectiva del gran tramo que nos aguardaba bajo nosotros. Me retorcí con desesperación empujando hacia fuera y tratando de retroceder para estar nuevamente a cubierto con la seguridad que me brindaba la habitación.
  ―Quieres quedarte quieta?! Si sigues así lograras que...
  No supe cómo, pero con un repentino movimiento que ejercí, mi cintura se resbaló de su brazo liberándome por una fracción de segundos, dejándome al aire libre y cayendo hacia el abismo. Antes de que pudiera dejar escapar un grito desesperado, sus manos fuertes y seguras me aferraron nuevamente la cintura. Con la desesperación a punto fijo, envolví mis brazos fuertemente alrededor de su cuello. No me importó que él fuera la persona más despreciable que haya conocido y que yo estuviera literalmente abrazada a él, en esos momentos él era lo único que me adhería impidiéndome caer.
  Él soltó una risotada al observar mi lado más patético y vergonzoso que jamas había creído mostrar a alguien y menos a la persona que se burlaba de todo lo que se refería a mi persona.
  ―Oh, por favor!―Exclamó aún riéndose sin poder frenar.
  No pude protestar pues él estaba en lo cierto y yo no estaba en las condiciones de pensar en algo tan absurdo como el orgullo. Y a decir verdad, no encontraba o recordaba la manera de volver a hallar mi propia voz.
  Él viento sopló nuevamente alborotando mis ropas y mis cabellos, haciendo que me sintiera nuevamente como si estuviera cayendo. Mi corazón latió a tope de adrenalina y las lágrimas comenzaron a brotar y encontrar por donde escabullirse a pesar de que mantuve los ojos apretados con tanta fuerza, que comenzaron a dolerme los párpados.
  Al instante, Ivan notó mi estado y supo que no estaba exagerando, realmente tenia mucho miedo. Su cuerpo duro como la roca al que me adhería con intensidad, se relajó un poco dejando de lado las burlas y risas; Resopló solo una vez antes de volver a hablar.
  ―No es para tanto. No te pasará nada―Aseguró con fatiga en la voz.
  Negué con la cabeza frenéticamente aferrándome con más fuerza a su cuello y enterrando mi rostro contra su hombro. Sentía con claridad como mi cuerpo empezaba a cansarse de tantos temblores que me recorrían y de tanta fuerza utilizada con el afán de no caer aunque sabía que sus manos aún seguían ciñendo mi cintura, puro instinto de supervivencia... ilógico, ya que me aferraba al depredador más letal de la raza humana.
  ―Por favor... No lo hagas―Logre decir sin tener el valor suficiente para levantar la cabeza.
  Ivan resopló una vez más, cansado de todo esto, supuse.
  ―Puedes soltarte, no te dejaré caer... aún.
  La ultima palabra solo logró que comenzara a sollozar. Él de verdad tenia intenciones de saltar desde aquí. Rogué porque si esto era una broma privada de él para burlarse de mí, ya haya tenido suficiente con todo esto. Pero no fue así...
  Traté de calmarme puesto que llevamos así un buen rato. Agradecí internamente que Ivan no haya saltado aún, no entendía sus razones pero creí que no era tan cruel después de todo. Cuando mi pulso estuvo más apaciguado que antes tras varias inspiraciones forzadas, Ivan se dispuso a proseguir.
  ―Sujétate.―Ordenó avisando.
  ―Espera!―Logree frenarlo antes de que saltara.
  Esperó a que dijera algo pero yo permanecí con los ojos completamente cerrados y tratando de poner mi mente en blanco.
  ―Confía en mi―Arrastró las palabras como si de verdad le pesaran y quisiera haberse mordido la lengua para no articular aquellas palabras sorprendentemente tranquilizadoras y amables.
  ―Ya, de verdad comprendes el significado de lo que acabas de decir?―Él sarcasmo en mi voz quedo perdido. Había escuchado bien? Quería que confiara en él?!
  ―Es lo único que te queda por hacer―Se encogió de hombros indiferentemente.
  ―Alguna otra cosa?―Pregunté preparándome finalmente.
  ―Respira hondo.
  Y con este aviso, tras inhalar profundamente como me lo había advertido, se desprendió del marco de la ventana. Todo paso demasiado rápido, como si un fuerte ventarrón hubiera sobrevolado contra nosotros y como si una fuerza increíblemente me impulsara y me apretujara contra él. Cuando el sonido del viento sobre mis oídos y el movimiento cesaron, me costó retirar mi agarre aún sujeto alrededor de su cuello.
  ―Ves? fue rápido y sencillo.―Dijo con burla apartando sus manos.
  Yo le solté aún sin abrir los ojos, no podía, pues esto era algo irreal; No específicamente magia, pero no estaba dentro de las reglas humanas. No en la mía.
  Cuando mis pies lograron tocar el suelo y me aparte de él para abrir los ojos, todo me dio vueltas y sentí como si mi cuerpo aún se encontraba suspendido en el aire, afortunadamente, Ivan sujetó uno de mis brazos amortiguando la caída y depositándome como cualquier cosa en el suelo. Esperamos a que lo peor haya pasado mientras mi corazón recuperaba su ritmo normal.
  ―Creo que voy a vomitar.―Dije cerrando los ojos nuevamente.
  ―Agh! Que asco, no por favor.―Se quejó sin poder aguantar las risas.
  ―Pagaras por esto.―Logree decir cuando estuve segura de que no vomitaría.
  Con ayuda de la pared desgastada que se encontraba a mi espalda, logré incorporarme para después respirar hondo unas cuantas veces más.
  ―Haz terminado ya?―Inquirió nuevamente impaciente, pero esa actitud suya ya no lograba afectarme en lo más mínimo.―Tenemos compañía, no quiero inconvenientes así que date prisa.
  Ahora que podía ubicar donde se encontraba el cielo y donde el suelo, podía darme cuenta de que no nos encontrábamos debajo del hotel donde habíamos estado. Era otra calle, una que a duras penas y estaba un poco oscura, fuera de las luces de los locales y tiendas. Seguí la dirección de su mirada que se encontraba repartida hacia el final de la calle, al otro lado de la acera donde nos encontrábamos y pude notar la silueta de tres hombres parados frente a un local que, aparentemente estaba cerrando. A juzgar por las botellas y basuras regadas a su alrededor, podía asegurar de que aquel local había sido el escenario de alguna clase de fiesta o disco. Los tres hombros miraban en nuestra dirección e incluso yo podía escuchar sus murmullos.
  ―Que dicen?―Interpelee a Ivan sabedora de que él estaba al tanto.
  Él soltó un bufido cargado con verdadera burla y desprecio antes de contestar:
  ―Dos de ellos están sugiriendo atracarnos si cruzamos esta calle.―Se giró para observar al otro extremo de la calle, donde las demás tiendas seguían en funcionamiento y donde todavía deambulaba gente, sopesando la idea de que camino recorrer. Una sonrisa se extendió en su rostro cuando volvió la vista hacia los tres hombres.
  ―No cruzaremos por ahí, no?―Pregunté temerosa al predecir esa sonrisa familiar.
  ―Camina―Ordenó avanzando hacia donde me temía que iría.
  ―Dijiste que no querías inconvenientes.―Le recordé tratando de alcanzarlo.
  ―Tengo sed―Se excusó dedicándome una atractiva sonrisa.
  ―No!―Frené mi avance e inconscientemente sujeté su brazo agarrándolo bruscamente. Obviamente la fuerza que ejercí no sirvió de nada para detenerle, pero mi agarre si lo hizo.―Son personas!
  ―Y yo estoy sediento―Soltó con voz tajante, como si de verdad fuera una excusa lo suficientemente aceptable... O por lo menos para él lo era―Además, esos engendros planean atacar primero, sera justo, lo prometo―Ensanchó su arrogante sonrisa mientras los estudiaba con la mirada. No estaba segura de que era parte de mi imaginación pero casi podía verlo saborear. Me estremecí.
  ―No!―Volví a negar corriendo hasta posicionarme enfrente de él, obstaculizándole el paso.
  Iba a abrir la boca para decirme algo pero de pronto la cerro al escuchar nuevos murmullos provinientes de los hombres que tenia detrás de mí.
  ―Sabes lo que están planeando ahora mismo?―Interpeló aún con su sonrisa. No esperó a que respondiera―Según ellos, los dos de la derecha planean encargarse de mí mientras el otro aprovecha su momento para "jugar" contigo solo hasta que los dos otros terminen conmigo y así poder seguir jugando contigo.―Explicó indiferentemente.
  Instintivamente giré mi cabeza para observarlos, cuando escuché claramente sus risas enfermizas al mirarme, no pude evitar estremecerme de rabia y de asco. Aun así, yo le era fiel a mis ideales.
  ―Da igual, no eres nadie para decidir quien muere y quien no.―Protestee tratando de no poner atención a esos hombres.
  ―Oh, pues bien. Ya veremos como eres de terca entonces.―Desafió acercándose, apoyando sus dos manos sobre mis hombros y girándome en dirección al grupo de hombres.―Si eres lo suficientemente valiente como para pasar por allí tu sola, dimitiré y no les tocaré ni un solo pelo como ordenas.―Susurro cerca de mi oído con voz tenebrosa.
  ―Pero que dices..?!―Me giré furiosa de lo que me acababa de proponer, pero cuando me di cuenta, ya no estaba. Me giré repetidamente buscándole con la mirada pero no había rastro de él.―Por qué diablos te gustan esta clase de juegos?!―Exclamé llamándole pero no hubo respuestas―Bien! Lo haré! Crees que puedes salirte siempre con la tuya?!
  Obviamente los tres hombres que se encontraban presenciando la escena probablemente pensarían que estaba loca hablando yo sola, o que estaban lo suficientemente drogados como para haberse imaginado al gilipollas que hace unos segundos tenia a mi lado y que ahora había desaparecido.
  Resople furiosa. Se lo demostraría, por supuesto que se lo demostraría. Busqué con la mirada algo que me fuera de utilidad, ya que estaba segura de que las cosas se pondrían feas de verdad. Caminé con paso apresurado hacia una esquina, cerca de un basurero y cogí uno de los montones de fierros que estaban regados de cualquier manera, cogí el de mejor tamaño, lo suficientemente liviano y a la vez pesado con el perfecto tamaño y comencé a caminar con pasos rápidos hacia ellos.
  ―Él muy gilipollas...―Mascullé para mí misma mientras seguí avanzando―Como se atreve a dejarme aquí!
  La ira había hecho que mi mente no pensara con claridad, pero aún así eso no le quitaba el hecho de que aquellos hombres me dieran asco y repugnancia, la ira venia en parte por el idiota que me reto y los cabrones que se regocijaban con pensamientos asquerosos. Todos me las plagarían! Ivan me las pagaría algún día y hoy comenzaría por esos.
  ―Crees que me dan miedo unos simples humanos?!―Le chillé al escondido Ivan―Licántropos! he estado rodeada de licántropos y crees que estas plastas asquerosas pueden hacer que dea mi brazo a torcer?
  ―Que dices muñeca?―Habló uno de ellos cuando estuve a una distancia más cercana.―Por qué no te quedas a jugar un poco?
  Los otros dos soltaron risas putrefactas en cuanto el primero me dirigió la palabra.
  ―Oh, claro que jugaré―Dije sin detenerme y dirigiéndome a este.
  Cuando estuvo lo suficientemente cerca, a una distancia favorable, saquee mi arma secreta y le dí con todas mis fuerzas justo debajo de las rodillas.
  ―Pero que demonios te pasa?!―Aulló de dolor mientras se sujetaba con ambas manos la parte adolorida.
  ―No llores marica, estamos jugando―Entonces aproveché en darle otro golpe en la espalda ya que me la tenia a la altura favorable.
  Cuando este cayó chillando al suelo mugriento, otro de ellos se adelantó a su otro compañero quien aún se encontraba parado y sorprendido.
  ―Seras hija de...―Antes de que este pudiera acercarse lo suficiente, consiente de que este estaría dispuesto a quitarme la vara antes de que pudiera tocarle con ella, opté por algo más drástico lanzándoselo con fuerzas, para mi fortuna y gracias a mi suerte divina, le cayó justo en el estómago, ahogándolo y neutralizándolo por un rato.
  En cuanto al otro, ya que estaba desarmada, no tuve otra opción más que vérmelas como podía. Él tercero se acercó más dubitativo que los otros anteriores y de acuerdo con sus movimientos torpes y tambaleándose, pude saber que se encontraba ebrio. Sonreí a mi suerte una vez más antes de que este se acercara y yo aprovechara su distracción al tratar de mantenerse en pie para atizarle un puñete inexperto en las napias. Cuando este se retrajo de dolor, olvidándome de mi pie mal herido, le propine una pata en su entrepierna; lo que había estado abultado a causa de su asquerosa excitación habría quedado tan muerto y adolorido que le costaría pensar en aquellas asquerosas imágenes morbosas suyas una vez más.
  Antes de que pudiera recordar a los otros dos restantes, alguien me inmovilizó desde atrás.
  ―Te haz metido en un grave problema, muñeca.―Habló este detrás de mí.
  ―Suéltame!―Me sacudí tratando de zafarme y sentí la diferencia entre la fuerza de un vampiro como Ivan y la de un insignificante humano cuando este a duras penas lograba mantenerme apresada, tambaleándose con cada retorcimientos que daba yo. Aun así, eran las fuerzas suficientes para darme batalla sin que yo lograra escapar.
  ―No la sueltes, Fred―Ordenó el segundo en recuperarse, justo delante de mí.―No sabes con quien te haz metido.―Alargó su mano para tocarme la cara y rozó sus asquerosos dedos sobre mi mejilla izquierda.
  ―No, tu no sabes con quien se han metido―Contradijo la voz familiar de Ivan a nuestras espaldas.
 Justo en ese momento, como por arte de magia quedé liberada de mi opresor, desapareciendo este al ser jalado por Ivan, supuse. Aproveche esta distracción del que se encontraba enfrente de mí, para lanzarme contra este perdiendo el control de mí misma. Caímos al suelo-Él cayó sobre el suelo- y yo me montee sobre él para darle no solo una sarta de insultos, sino que también de múltiples golpes al azar.
  ―Tu! pedazo de animal! Jamas te atrevas a tocarme! Jamas!―Vociferé asqueada.
  ―Eh, eh, eh! Tranquila!―Ivan me sostuvo de ambos brazos tirando de mí por detrás y obligándome a separarme del bastardo que tenia debajo.
  Forzajeé contra el agarre de Ivan ya de pie para que después de que él me soltara volviera a continuar desquitándome con la aberración que aún se encontraba tirado en el suelo. Le patee innumerables veces presa de mis sentimientos y asqueada al recordar su tacto sobre mi rostro. Seguí pateando y seguí hasta que sentí la mano de Ivan sobre mi hombro.
  ―Ya vale. Se ha desmayado, aunque le des más no sentirá nada.―Me informó.
  ―Pero lo sentirá cuando se despierte!―Y con esto le di una última en su aborrecible cara inconsciente, trayendo consigo un horrendo crujido proviniente de un hueso rompiéndose junto con un insoportable dolor en mi mal herido tobillo.
  ―Aah! Coño!...mierd... me cag...en la put...―Farfullé tirándome al suelo y sosteniendo con ambas manos el tobillo nuevamente roto.
  ―Sabes? esas no son palabras que usaría una dama, lo sabias?―Comentó Ivan observándome con una risa contenida.
  ―Y que esperabas gilipollas! Me acabo de fracturar el tobillo otra vez!―Me mordí la lengua con tanta fuerza tratando de reprimir los alaridos de dolor.
  ―Pero si te lo haz hecho tu misma...―Me recordó.
  Fabuloso! tenían que ser hermanos, es que ambos tenían alguna debilidad por hacerme recordar de todo lo que hacia?
  Le ignoré tratando de concentrarme en no chillar, ya había hecho el suficiente alboroto por hoy. Demasiadas cosas y por si fuera poco una vez más con la fractura rehecha. Ahora sí que Carlisle me enyesaría...
  ―Sigues pensando que es mala idea que me beba a estos?―Preguntó insistente.
  Bastó con que le fulminara una sola vez con la mirada para que entendiera mi respuesta. Alzó las manos en son de paz:
  ―Esta bien, tu ganas. Solo preguntaba.―Miró de refilón mi pie mal herido y sugirió―Sera mejor que te llevemos a un hospital.

  Durante el recorrido en auto hacia algún hospital cercano, ambos permanecimos callados hasta que Ivan habló:
  ―Estás completamente loca, lo sabias?
  Le miré ceñuda. No creía que él fuera capas de dirigirme la palabra incluso después de esto.
  ―Fuiste tu quien me obligó a hacerlo―Le acuse.
  ―Ya, pero solo porque estaba seguro de que gritarías por ayuda en cuanto se acercasen a ti... A quien demonios se le va ocurrir arrojarse así?!
  ―He ganado, punto final.
  ―Todo por una apuesta? Estás loca―Repitió negando con la cabeza.
  Cuando llegamos al hospital más cercano y me atendieron en urgencias, tuve que soportar los increíbles dolores que me trajo el doctor al examinar mi tobillo. Este insistía en que le contara como me lo había hecho mientras yo solo me limitaba a recordarle que hiciera su trabajo. Cuando terminó, pedí que, por favor, me permitieran reposar en una de las camillas apartadas que habían en una de las habitaciones desocupadas.
  ―Para que necesitas reposar aquí?―Reclamó Ivan impaciente de tanto haberlo hecho esperar.―Podrías haber reposado en el auto de todos modos.
  ―Cállate, no lo hago por descansar.―Anuncie poniéndome de pie trabajosamente después de que la enfermera me depositara en la camilla y se retirara dejándonos solos.
  Él me miró confundido ayudándome a incorporarme.
  ―Si que eres corto de cerebro―Le espeté cojeando hacia la salida de la habitación.
  ―Que pretendes?―Volvió a insistir.
  ―Confía en mí, Quieres?―Le repetí las palabras que él me había dicho hace algunas horas.
  Abrí la puerta y asomé la cabeza asegurándome de cuantos testigos habían fuera, luego, al ver la gran oportunidad que teníamos ahora, cogí la silla de ruedas que se encontraba en la misma habitación, me senté en ella e insté a Ivan a que empujara. Este rodó los ojos antes de obedecer.
  ―Vale, ahora si me vas a decir que pretendes hacer con esto.
  ―Es una coartada, no lo ves? Con esto podríamos movilizarnos por el hospital a nuestro antojo.
  Él arrugó el ceño claramente sin entender lo que trataba de decirle. Resoplé.
  ―Dedícate a olfatear y rastrear hasta encontrar el banco de sangre.―Ordené.
  Me quedo mirando extrañado y sin avanzar.
  ―No tenias sed?―Le recordé―Creí que tenias prisa, ahora apresúrate!―Insté ahora yo impaciente.
  Dicho esto, comenzó a caminar con pasos seguros hacia alguna dirección. Ordené que se detuviera en el mismo cuarto del consultorio donde hace instantes nos habían atendido y asegurándome de que no había nadie, extraje de él una bata medica obligándole a ponérsela.
  ―Estas de broma?―Inquirió indignado.
  ―AHORA―Ordené secamente.
  Cuando se la puso, no pude evitar soltar una risotada. Él me miro con cara de pocos amigos e intentó quitársela.
  ―Vale, vale, lo siento!―Mas risas―Pero es que debo admitir que jamas creí poder verte tan...
  ―Ridículo.―Completó mascullando entre dientes y haciendo caso omiso a mis risas para continuar con el recorrido.―Quieres callarte? La gente te está mirando. Esto no es un hospital de Psiquiatría.
  ―Lo siento...―Pero no pude frenarme a mí misma.―Pero yo no diría "ridículo", el doctor Cullen si se ve muy bien con esas batas.
  ―Que has querido decir con que "el Doc. Cullen si se ve muy bien"?
  ―Olvídalo.―Le resté importancia. La verdad es que él también se veía incluso mejor que Carlisle. Un modelo con bata medica? Vamos! de cuando acá se pueden ver esas cosas? Pero mi orgullo no me permitiría decírselo a la cara.
  Dado que ya no teníamos nada más por hacer en ese hospital después de robar algunas reservas de sangre, salimos de allí sin que nadie nos viera y sin pagar el precio por la atendida que le dieron a mi tobillo. No era que me estaba acostumbrando a las malas costumbres de Ivan, es solo que aunque quisiera pagar la consulta, no tendría con que.
  ―Ivan?―Llamee cuando ya nos encontrábamos en el auto, moviéndonos hacia otra ciudad como lo había dicho él. Incluso aunque trató de ocultar la sorpresa al oírme llamarle por su nombre, vacilo una milésima de segundo en responder.―Quien es el mayor? Ryan o tú?
  ―Ryan.
  Guardé silencio tratando de imaginármelos por primera vez juntos en una forma más humana y con tono de hermandad... Fue imposible.
  ―Por qué tu y tu hermano no se llevan el uno con el otro?
  Tuve que preguntar. llevaba mucho tiempo preguntándome lo mismo y sin obtener respuestas ni del uno ni del otro. No sabia el porqué cuando estaba junto a Ryan no había insistido en preguntar, sabiendo que si insistía un poco más obtendría respuestas a diferencia de su hermano, pero ahora era diferente, pues ahora más que nunca, ya que había llegado a conocer a su hermano, me intrigaba esa parte de su historia... La historia de ambos, tuve que corregirme.
  Como era de esperarse, él no respondió a mi pregunta, tal y como la mayoría de veces al principio.
  ―Es complicado―La respuesta, por pequeña que haya sido, me sorprendió con la guardia baja.
  Pude ver aunque sea un pequeño rayo de luz que me indicaba seguridad ahora más que antes.
  ―Por qué?―Insté a que continuara.
  Pero esta vez sí que no hubo respuesta.
  ―Ocurrió algo?―Insistí sin rendirme.
  ―No quiero hablar de eso.―Dijo tajantemente; Dando por hecho el punto final de aquella conversación y logrando que me hincara más por dentro la curiosidad.
  ―Pero si nunca quieres hablar―Refunfuñé.
  ―Esto no es una cesión―Aclaró nuevamente recuperando la voz dura con la que se solía dirigirse a mí.
 ―No, no lo es―Coincidí.―Las cesiones solo son para arreglar algo, yo no pretendo eso. Solo es... curiosidad.
  ―Lo tuyo es curiosidad por Ryan―Corrigió con una burla a la que yo ya estaba acostumbrada.―Por qué no se lo haz preguntado a él?
  ―Se lo pregunte.―Aclaré―Pero él no me dio detalles... Bueno, ni siquiera me dijo nada. Ahora que lo pienso el muy maldito me evitó distrayéndome.―Recordé su corta y desviante respuesta sobre lo idiota que era su hermano. ―...Pero yo ahora te lo estoy preguntando a ti.―Insistí
  ―Por qué eres tan terca?―Me evadió
  ―Lo ves? Tu también haces lo mismo que él.―Recriminé cruzándome de brazos y mirando fijamente la carretera mientras fruncía los labios.
 Después de un momento de silencio, Ivan confesó:
  ―Ryan estaba en lo correcto cuando te dijo que yo era un idiota.―Lo miré con ojos desorbitados sin poderme creer que estaba admitiendo aquello.―Oh, por favor! no me mires así―gruñó con verdadera amargura.―No quiero decir que lo sea, es solo... que lo fui.
  Permanecí a la escucha pretendiendo esperar pacientemente, pero la verdad era que estaba inquieta. Que podía haber ocurrido para que el arrogante Ivan, hermano menor de Ryan, hablara serio y sin tono de burla por primera vez desde que lo conocí?
  Observé sin vergüenza alguna sus ojos nuevamente carmesíes de los que tanto había temido, ahora, peculiarmente los encontraba hundidos en algo más nostálgico. Podía ver que estaba recordando algo que realmente le carcomía por dentro. Quería saber que había ocurrido, pero la pregunta que debía de hacerme a mí misma, era que si de verdad podría oír lo que él tendría que decir.
  ―Puedes contármelo―Solté pretendiendo infundir valor, a lo que él respondió alzando una ceja con incredulidad.― Confía en mí.―Volví a repetir sus palabras.
  Bufó sin sonreír regresando su vista a la carretera. Precisamente él ahora sabia como me sentí yo cuando oí esas palabras de un extraño al que había conocido hace un día. No me desagradó en lo más mínimo admitir que ahora confiaba en él a pesar de que no nos llevábamos bien. Pero por lo menos sabia que ahora había un respeto al que ninguno de los dos se había percatado hasta ahora.
  ―Fue culpa mía.―Confesó en voz baja pero audible incluso para una humana como yo―Los humanos cometen errores tan simples, pero que a la vez son muy graves.



Narración en Tercera persona:


Él viento no estaba a su favor y esto le convencía de que por alguna razón, el destino le impedía que encontrase a su amiga Haley. Ryan, conteniendo sus impulsos de correr a su verdadera velocidad vampírica al tener publico a su alrededor, trató de correr incluso lo más rápido que le permitía el mejor record de las ligas olímpicas. Francamente llevaba así desde que comenzó el estúpido juego de su hermano, sin descansar puesto que su cuerpo no lo necesitaba, pero sus pupilas de un color sumamente oscuro, indicaban que tampoco se hubo detenido para alimentarse ni cazar.
  Corrió exactamente seis calles abajo, donde el efluvio de Haley le llevaba directamente a una sola recta. Su efluvio se desvanecía por momentos y aparecía sin previo aviso descubriendo que Ivan había pretendido perderle usando una movilidad más cómoda y sin necesidad de dejar rastro a menudo, se había estado movilizando en coches que a medida del viaje, Ryan encontraba por el camino pero ya sin ellos dentro.
  Antes de que Ryan pudiera intentar olfatear mejor y con más calma, ignorando los centenares de diferentes agrupaciones de efluvios sueltos por esa misma calle, y concentrándose solo en el familiar olor de su amiga, un timbrazo de su teléfono móvil le saco de transe. Lo cogió inmediatamente temeroso de que fueran malas noticias tal y como siempre temía cuando timbraba el pequeño aparato.
  ―Haley?―Respondió antes de que pudiera asegurarse de quien era en realidad quien estaba al otro lado del teléfono.
  ―Hola, hermanito―La voz reconocible de su odioso hermano le decepcionó a la vez que una angustia se extendía dentro de él, preguntándose que le habría pasado a Haley para que no haya sido ella la que se encontraba al otro lado.
  Esto le hizo sentir más impaciente y decidió continuar con el recorrido sin prestar verdadera atención a lo que dijera Ivan.
  ―Ahora que―Preguntó por preguntar sin tener la más mínima intención de saber.
  ―Quería hacerte algunas preguntas con respecto a tu "amiguita"―Respondió indiferentemente.
 Lo que hace unos segundos le parecía sin importancia, se convirtió en el tema principal que taladró en su cabeza exigiendo que prestara atención.
  ―Por qué es solo tu amiga y nada más, no?
  Ryan  entendió a la perfección el doble filo de la pregunta de su molestoso hermano, por su puesto que sabia a que se refería; Pero Ryan no le debía ninguna explicación a este, ni siquiera sentía el deber de responder aquella pregunta a sí mismo, lo único que importaba ahora era encontrar a Haley.
  ―Eso no tiene nada que ver contigo―Respondió sorprendiéndose de sí mismo al oír su voz repentinamente fría como el hielo. De pronto, tal y como sucedió hace algunos segundos, algo le retiró del instinto de rastreo atrayendo su atención hacia algo que le molestó de verdad. Se preguntó el porqué su hermano sentía interés por esa respuesta.―Y a que viene eso?―Interpeló sin pensarlo. Extrañamente notó su voz más helada de lo habitual.
  ―Simple curiosidad―Contestó su hermano, a lo que Ryan tampoco estuvo de acuerdo con eso.
  "Él no debía sentir ni una pisca de curiosidad por ella." pensó este sorprendiéndose de que no se había percatado desde cuando había detenido su avance.
  Entonces, justo antes de que él pudiera reclamar por el paradero de Haley, se cortó la llamada. "Maldición!" Trató de pensar con la cabeza y calcular sus siguientes movimientos, no ganaba nada caer en el juego de Ivan irritándose y perdiendo el control de la situación, debía ser frío y calculador ahora más que nunca y algo no le permitía concentrarse como lo hacia siempre ahora que lo necesitaba más que nunca.
  Emprendió nuevamente su recorrido pero esta vez optando por rodear las zonas a las que le llevaban hacia ella. Para empezar, los lugares oscuros y menos transitados por la multitud madrugadora. Ryan lo estaba pasando realmente mal, y no solo porque sentía el insistente ardor en su garganta, sino porque sabia que de alguna manera todo aquello era su culpa.
  Para empezar, jamas debió dejarse caer en la trampa que le tendió su hermano para apartarlo de Haley; Otro de sus errores fue que sospechó demasiado tarde como para regresar a su lado y el más principal de todos, jamas debió dejar que Ivan se enterara de que Haley tenia algo que ver con él.
  Si, ese había sido su peor error, dejar que Ivan creyera que haciendo todo esto podía perjudicarle a él. Ivan lo había conseguido, había perjudicado de la peor manera que se le puede molestar a alguien quien mantiene un fuerte e incomprensible lazo con una persona tan delicada como una humana.
  Sopesó más de mil veces las probabilidades que habrían de ser razones lógicas para su hermano al someter en un problema tan familiar a una persona que no tenia nada que ver con todo esto. Haley no debía de estar involucrada en algo que ni siquiera ella conocía. Ryan trató de  retroceder en el tiempo buscando en sus recuerdos humanos que fue lo que le separó tanto de su hermano gemelo. Dos hermanos que siempre habían estado unidos como una sola entidad habían elegido caminos completamente separados: Caminos diferentes, ideales diferentes y razones diferentes por las que uno del otro decidieron separarse.
  Ryan halló finalmente eso que tanto buscó, eso que había enterrado hace mucho pero que ya había superado e inclusive no recordaba con facilidad... Pero que Ivan aún no superaba del todo. Esa era la verdad de la ruptura de su relación como hermanos. Mientras Ryan  decidió pasar pagina, Ivan  seguía afanado en lo que se le podía llamar sentimiento de culpa.
  Ryan solo se dejó llevar por el recuerdo de ese trágico día en el que cambio todo. Por qué? Por qué había decidido que era hora de enfrentarse a ello y de tratar de entender las razones que tuvo Ivan al separarse de todo lo que los rodeaba hasta eso entonces.

  Las imágenes en sus recuerdos se remontaron en el siglo veintiuno. Una pequeña casa común y corriente con dos padres y Declan, el hermanito menor de los dos gemelos favoritos de la humilde familia O'Farrell:
  Ryan Seán O'Farrell Cranwell  e Ivan Trevor O'Farrell Cranwell, tan parecidos del uno con el otro y tan peculiarmente diferentes por dentro pero a la vez adorados por sus diferencias. Pronto uno de ellos tendría que pagar por el error del otro, y ese otro, estará más que de acuerdo para proteger a su hermano, aunque eso no les lleve a nada y no evite que lo pierdan todo, incluyéndose el uno del otro.




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  Hola? Ya puedo asomar la cabeza sin que me la corten? jiji
 Antes de que afilen sus cuchillos y enciendan las antorchas, déjenme disculparme =(
  Hey! pero la buena noticia es que aquí les traje un Cap. xD!!


 Debo confesar que tuve un bloqueo mental que me hizo perder mucho tiempo =S
No sabia como expresar la nueva confianza entre Ivan y Haley, por eso fue que me tardo días pensar en lo del salto de la ventana: Como rayos iba a poner una escena en donde el arrogante de Ivan  decía "Confía en mí"? A que es difícil, a que si! xDjaja
En el próximo cap. estaré relatando en breves párrafos la historia de como los hermanos se separan el uno del otro, no se preocupen que sera sencillo =P Y si ustedes lo gustan, lo haré largo...
A ver si valió la pena la espera chicas, y de verdad siento retrasarme mucho todos estos días. Desearía volver a aquellos tiempos en los que escribir era mi único fuerte deber aparte de la escuela ='(


Un besote y un saludo para todas mis lectoras <3
Jamas me aburriré de escribir mientras las tenga a ustedes =)



9 comentarios:

  1. woooo hermanita de plano me sorprendiste dirás que es tonto pero de plano me estuve riendo un buen cuando Haley enfrento a los patanes o mas bien a la basura creo que es una pobre comparación ya que por lo menos la basura tiene un uso y esos no o bueno quien sabe(risa maliciosa) jejeje >:)
    bueno el caso es que la puritita verdad es que si valió la pena la espero aso hermanita no es mentira es enserio vale la pena esperar todo el tiempo del mundo por uno de tus Cap. por que la neta están buenísimo pero debo admitir que es un poco difícil porque como sabes te quedas así de ¿que paso? y ps apoco no te inquietas jeje bueno vasta de tanta palabra solo te diré que sigues y seguirás siendo una gran escritora que nos sorprenderá con cada uno de los Cap. besos TQM cuídate hermanita de mi <3 :)

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  2. Ay no! estoy casi tan intrigada como haley de saber la historia de ryan e Ivan espero con ansias el próximo capitulo para poder descubrirlo... Yuri este capitulo estuvo super y me gusta que entre haley e Ivan ya aya mas confianza la verdad esque me esta empezando a agradar el personaje de ivan:) Valió la pena la espera por este gran capitulo♥
    Att: Luisa!

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  3. yuri esta genial me encanto sigue asi k importa k t hallas demorado

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  4. Encontre tu blog y me gusta demasiado :) Es genial. Me encanta como escribes.

    Visita mi blog:http://continuacionamancer.blogspot.com/

    XOXO

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  5. hola yuri te acuerdas de mi bno me re encantoooooo tu blog no puedo esperar a la historia que separo a ryan e ivan porfa pasate por mi blog eyes full of love te metes a mi perfil y esta ahi thanks besos :)

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  6. te extrañaba amigaa! ;) Te eh vuelto a seguir xD Me han eliminado la otra cuenta de blogger xque dice que no la podian tener menores de 13 años,un bajon :L Por eso eh creado un nuevo blog q es.. http://inspiracionportodaspartes.blogspot.com/ espero pronto volver a publicar ;) Un besoo♥

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  7. Hola Yuri Lu mira te dejo mi link tienes un premio en mi blog!!
    es: http://laura-mollylabrujamaspoderosa.blogspot.com
    UN ABRAZO DISFRUTALO TU BLOG ME ENCANTA Y ME HA INSPIRADO

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  8. m encanto el cap pero fue demasiado la espera para tan grandiosa creación

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Los lectores escuchan lo que el autor tiene que decir atravez de las entradas; Y esto debe de ser mutuo, ambos deben escucharse para que el blog tenga vida...

Comenten porfa... Cada uno de los comentarios es valioso para este blog y para mi.

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