Carlisle y Esme Cullen

Carlisle Cullen:

 Esposo de Esme y padre adoptivo de Edward. 

 Como todos los vampiros, Carlisle tiene la piel extremadamente pálida. Mide 1.90 m., su pelo es de color rubio, y sus ojos varían de negro a dorado, dependiendo de su sed. Es tan atractivo que, según Charlie, las enfermeras del hospital no se concentran en su trabajo, y que parece más un actor de cine. Incluso Bella reconoce que es muy apuesto. Aparenta 23 años. Durante su estancia en Volterra, los Volturi le nombraron Conde.

Psicológicamente, Carlisle es muy noble y "humano", es decir, trata de que sus actos no sean los propios de un vampiro y beneficiosos (o por lo menos no perjudiciales) ante la comunidades humanas. Inclusive Jacob Black lo reconoce como "Lo más cercano a un vampiro confiable", a pesar de su odio por los vampiros.

Esme Cullen:

 Esposa de Carlisle y madre adoptiva de Edward.

 Esme es un ser sumamente cálido, dotada de la capacidad de amar apasionadamente. Su pelo es color caramelo. Como el resto de la familia Cullen, ella tiene los ojos dorados, que se decoloran a negro cuando tiene sed, la piel pálida que brilla en la luz solar, y círculos púrpuras bajo sus ojos que se decoloran cuando está bien alimentada. Tiene cara en forma de corazón, pero circular, delgada y suave. Cuando Bella conoció por primera vez a Esme, siente que le recuerda a Blancanieves. Bella también la describe como similar a una de las damas ingenuas de la era de las películas mudas. Esme tenía un dolor maternal que le permitía abrir su corazón a sus niños adoptivos y a Bella. Su hobby es remodelar casas antiguas y la restauración de cuadros.

Al igual que Emmett y Rosalie, son muy apasionados y adora a sus hijos adoptivos, en especial a Edward porque siempre creyó que iba a quedarse solo. Tiene un gran instinto maternal, como Rosalie, y también, en cierta forma, lamenta no poder tener hijos, pero igual ama a su familia.