Cap. 15 - Dylan - "Despedida"

Que difícil es oponerse a algo y hacer lo correcto... Que fácil es caer en la tentación de lo más deseado, y sobre todo, Que sencillo era amarla y dejar el paso libre a todo aquel sentimiento que me permitiera amarla aun más.

  Tras una última presa dejándola seca bajo mis pies, me prometí a mi mismo que seria la ultima vez que cazaría de esta manera. Las costumbres que había adquirido de la familia Cullen, se enterrarían junto con estos sentimientos por Renesmee. A partir de mañana seria Dylan Hogan, un nómada sin rumbo ni hogar. Esa idea me dolía de tan solo imaginar, pero era lo correcto. Para poder olvidarme de una cosa, tenia que despojar todo.

  Caminé de regreso al lugar donde se supone nos reuniríamos, no lograba entender la repentina amabilidad de Jacob al dejarme despedirme de Renesmee. Supuse miles de veces que sentía lastima por mi, o que algún motivo tendría para apiadarse.

  No tuve prisa en volver, camine a paso humano sin necesidad de observar nada más que no fueran mis propios pies. Por eso, cuando alcé la vista, me sorprendió encontrar a Renesmee enfrente de mi y con la ropa nuevamente mojada. Su estado no me llamó, fue su expresión.

  ―Que ha pasado?―Pregunté con urgencia acercándome con apresurados pasos. Al sujetarla de sus brazos, sentí su piel más fría de lo acostumbrado. Cuanto tiempo había permanecido así?

  El cielo empezaba a cubrirse de un color opaco a pesar de estar en pleno día de la tarde. El sol aun iluminaba ciertas partes de la isla, pero había perdido calidez y un viento entre fresco y helado soplaba ligeramente.

  Renesmee no respondió, y su expresión se mantuvo tranquila y apagada. Recordé que Jacob fue el último en estar con ella y me urgieron las ganas de saber cuanto antes.

  ―Que ocurre?―Inquirí apartando sus cabellos de su rostro. Los llevaba cubiertos de agua y goteaban sobre sus mejillas casi como si hubiera estado llorando. La imagen me resultaba alarmante, desee insistir preguntando, pero al ver que negó con la cabeza y me dedico una sonrisa débil que ni siquiera le llego hasta los ojos, lo deje pasar sin aceptarlo por completo.

  Traté de apartarme, pues un leve temblor le recorrió el cuerpo al estar a tan corta distancia de mi helada piel. Me quité la polera seca, La única prenda que me quedaba en condiciones de poder ayudarla con su baja temperatura y se lo tendí.

  ―Sera mejor que te quites eso. A juzgar por el tiempo, creo que helará un poco por la noche.

  Ella asintió dirigiéndose detrás de unos arbustos. Traté de convencerme a mi mismo de que cualquier problema que hayan tenido Jacob y Renesmee haya sido lo suficientemente leve. No soportaría la ida de marcharme sabiendo que ella no seria feliz, después de todo, esa era La Razón por la que me marchaba.

  Cuando ella regresó, había algo en su expresión, algo inquietante, pues su rostro reflejaba un tono de fortaleza dándole una expresión decidida y a la vez seria. Sus marrones ojos chocolates me penetraron como si quisiera decir algo, pero no mencionó ninguna palabra. Tan grave era lo que habría ocurrido con ellos? Tenia que preguntárselo al propio Jacob. Sabía que el asunto no era cosa mia, pero no podía evitarlo, deseaba estar seguro al dejarla en las manos seguras de Jacob.

  ―Volveré en seguida―Anuncie retirándome y guiándome por el efluvio de Jacob. Quise darme prisa al comenzar a caminar, pero antes que nada, las manos de Renesmee me detuvieron sujetando mi brazo.

  Observé extrañado su comportamiento, tenia la cabeza gacha y penetraba la tierra con sus ojos, como si se escondiera pero a la vez me reteniera para no quedarse sola. Esa conducta suya me inquietaba más de lo que deseaba. Instintivamente la rodee con mis brazos dándole la protección que pedía. Mi torso desnudo debió serle helido al tacto, pero ella no hizo ademan de alejarse aunque su piel se estremecía de frío.

  Sin pedir permiso ni avisar, calqué su don y opté por hablar mentalmente si el caso era que le resultaba difícil pronunciar las palabras. Una vez más, la fuerte conexión se instaló entre nosotros, uniendo nuestras mentes como una sola. Para eso, yo ya había levantado mi muro ajeno y ocultado mis verdades detrás de él. A estas alturas, esta clase de conexión nos resultaba algo normal y casi natural, estábamos tan acostumbrados a esto, que resultaba como si estuviéramos presentes en un solo mundo, donde nadie más que nosotros existía.

  Le di a entender de que podía decírmelo sin temer, pues contaba con mi apoyo. Una vacilación y un ramalazo de pena recorrió en su interior y yo lo sentí como si fuera el mío propio. Al final, me mostró lo sucedido.

  Jacob la había besado. Esa imagen fue dura de observar, pues tuve que requerir de todo mi autocontrol para no estallar en ira; Celos o lo que fuera que fuese, lo que Jacob había hecho justificaba mi reacción. En que demonios estaba pensando cuando la obligó de esa manera?!

  Renesmee notó mi reacción a través de nuestra conversación interna y detuvo la transmisión para alzar la vista y observar mi rostro.

  Por que?―Se pregunto.

  Jacob no debió forzarte ni apresurar las cosas.―Pensé con dureza.

  Ella sacudió la cabeza negándose y volviendo a preguntar.

  No me refiero a eso.

  Por supuesto que entendía a que se refería, el problema era que no podía responder a esa pregunta con la verdad. Había algo en su mirada, algo extra e inusual. Un pizca que me confundía, y tanto al igual que en mí, notaba un lugar en su mente oculto a propósito. Ella escondía algo que no quería que yo supiese "aun". Supo que me había percatado de aquello, así que paro de interrogar y volvió a rememorar.

  Tomando lugar en el que se quedó, me mostró nuevamente esa imagen perturbadora haciendo que me encogiera instintivamente, ella lo notó, pero aun así continuo. Y es que dentro de ella podía ver que pretendía obtener respuestas, respuestas que saldrían a la luz si seguía "probando" de esta manera.

  El fuego que Jacob le transmitía en esos momentos había arrasado con ella quemándola por fuera y por dentro hasta que pronto Renesmee había notado la familiaridad de sus caricias y cedió a sus verdaderos sentimientos. Después de mucho tiempo, pude observar nuevamente a la Renesmee perdidamente enamorada de Jacob. Muy en el fondo, y no importaba que tan poco sea, me alegraba de que Renesmee haya podido encontrarse a sí misma una vez más, lo unico que no tuvo sentido, fue la sorprendente fuerza e intensidad con la que vino el dolor, pues esto había resultado ser muy doloroso, era mucho peor de lo que me había imaginado. Era algo que yo sabía de antemano, que lo tenia en cuenta siempre, aun así esto no quitaba el hecho de que doliera como mil cuchillos atravesándome. Aquellas caricias que ella respondió, esos besos ardientes de los que ella disfrutó y correspondió con ansiedad, taladraron sin piedad en mi cabeza. El deseo de probar sus labios borrando los de Jacob, el deseo de llenarlos solo de mi era increíblemente fuerte tras la barrera en mi interior, como si lo estuviera golpeando y pateando desesperadamente por salir a la luz y realizar esos deseos.

  Entonces sucedió algo que debí haber previsto. Aturdido y desorientado como estaba en ese preciso instante, el muro que protegía la verdad de mis sentimientos se deterioró como si sus partículas se convirtieran en polvo mostrando lo que había en su interior. La sorpresa inmediata al sentir como quedaba al descubierto, me tomo una milésima de segundo alejarme de ella bruscamente. Había sido rapido en mis movimientos, pero no lo suficiente. Y a juzgar por la expresión de su rostro, ella había visto cada uno de los detalles que le había estado ocultando hasta ahora, inclusive el ferviente deseo que incluso ahora me instaban a  volver a besar sus labios.

  Inesperadamente, una leve sonrisa se escurrió por sus labios con ojos humedecidos. Me quede inmóvil como una estatua, mi cuerpo no reaccionaba y es que mi mente tampoco, no sabía que podría hacer a partir de ahora. No me percaté de que ella se había acercado hasta quedar muy cerca de mí, sus lentas y dudosas manos sostuvieron mi cara entre ellas, se estiró de puntillas y con un suave pero tierno beso, alcanzo mis labios. La sorpresa estuvo ahí, por descontado, pero el intenso deseo de hace unos momentos adquirió fuerzas inimaginables arrasando contra todo tipo de razón en mi interior. La necesidad de saciar ese enloquecido deseo hizo que mi respiración se agitara al intentar contenerlo con las ultimas fuerzas que me quedaban antes de tirarlas al abismo con facilidad, despidiéndose de cualquier amenaza que impidiera atentar contra su voluntad.

  Su corazón latía desembocado, la sangre fluía ardiente bajo sus mejillas enrojeciéndolas de un sutil rubor. Cuando ella se separó de mis labios solo un poco para observar mi reacción, nuevamente mis labios se sintieron vacíos e incompletos. Buscaron y se aseguraron de que aquellos labios cálidos que tanto los atraían como imanes se encontraban aun cerca y a su alcance besando por segunda vez lo que tanto había anhelado.

  No, un beso no había sido suficiente, ahora anhelaba más, anhelaba a ella en su totalidad. Esta era la manera en que pagaba por mis pecados? O era algo que tenia que haber visto venir?

  Mis labios volvieron a encajar en los suyos y su sabor desquisioso se convirtió en lo unico que anhelaban. Sus brazos se envolvieron al rededor de mi cuello de una manera efusiva mientras mis manos sujetaron delicadamente su cintura ciñéndola más a mí. La necesitaba, necesitaba su cercanía porque sabía lo que se venía dentro de poco. El dolor de la perdida entremezclado con el deseo se removían fieramente dentro de mi nublándome la mente y haciendo que obedeciera a mis impulsos, esto hizo que los besos aumentaran la intensidad y esto en consecuencia hizo que nuestros ecos retumbaran dentro de nosotros a través de su don.

  Este amor desmedido hacia ella no tenia fundamento y por si fuera poco, era en vano, dentro de lo que es nada, me llevaría este doloroso recuerdo conmigo que solo serviría para torturarme. Pero no podía frenar, no encontraba el hilo de la realidad y es que sus labios no me lo permitían tirando de mí tanto como yo de ella.

 El deseo, las ansias que tenia de ver sus ojos me permitieron apartarme de ella solo para encontrarme con sus hermosos ojos dominados por algún sentimiento al que yo no reconocía, sin embargo, relucían y transmitían tranquilidad y paz. En el fondo me pregunte "Cuantas veces Jacob había tenido la oportunidad de gozar esta perspectiva, desde este angulo y esa expresión que hablaba por ella?"... Sin duda alguna, muchas veces. Y en cambio yo, a pesar de que era la primera vez que conocía esa expresión, me sentía más que satisfecho y lleno de plenitud. Dude que hubiese una felicidad mayor que esta.

 Sus piernas le flaquearon dejándola caer sobre el suelo y yo solo seguí su transcurso sin apartarme de ella. Allí, en medio de la maleza verde que nos rodeaba, acogí nuevamente su rostro levantando su mentón y acercándola una vez más para permitirme sentir sus labios otra vez en los mios.

 Abracé su cuerpo y ella se acurrucó en mi pecho en silencio.

 Que difícil era oponerse a algo y hacer lo correcto... Que fácil es caer en la tentación de lo más deseado, y sobre todo, Que sencillo era amarla y dejar el paso libre a todo aquel sentimiento que me permitiera amarla aun más. Este, sin duda alguna era el momento más feliz de toda mi existencia, nunca habría podido imaginar sentirme de tal manera, solo hasta que creí que conocer a Renesmee había sido la mejor experiencia hasta ahora. No necesitaba del cielo y ni me importaba si me iría directo al infierno después de esto, me sentía pleno y sin ningún remordimiento. Este parecía ser un digno final feliz de un cuento de hadas...

...Pero no el de ella. Ella ya tenia fijada su felicidad con fecha y planificaciones: Una boda que la uniría por toda la eternidad a su futuro lleno de felicidad, y aun que no fuera a mi lado, bastaba con saber que mis sentimientos no eran en vanos y que alguna vez fueron correspondidos.

 Recordé el anillo de Jacob que hace unos días tuve en mis manos y lo contemplé en mi mente sin ni una sensación de envidia ni rencor. Solo tenia una pregunta para el... Si ese pequeño artilugio representaba el amor de Renesmee y Jacob, que representaba la imagen que mostrábamos en este momento Renesmee y yo? 

 Si alguien es capas de amar a dos personas a la vez, que impide o que le quita a la otra persona el derecho a ser feliz junto a ella? Supuse que en este tipo de relación solo "una decisión" era valida. La decisión de ella...

 Pero lo cierto es que no me atrevía a pedirle algo así. De hecho, ya sabia cual seria su decisión... Y no me parecía justo en lo más mínimo, preferiría mil veces pasar el infierno que me espera sin ella a estropear su futuro junto a la felicidad y no convertirme en la mancha negra de su manto blanco.

  Me vi obligado a recordar lo que acababa de ocurrir entre Jacob y Renesmee, ella había aceptado que amaba a Jacob, su cuerpo lo había recordado y lo que estaba haciendo en este preciso instante no tenia sentido. El punzante dolor de mi pecho fue transmitido sin querer hacia Renesmee, obligándonos a frenar los impulsos en los que estábamos envueltos. La solté lentamente y sus brazos perdieron fuerza poco a poco para liberarme. Exhausto por el gran debate que se llevó acabo dentro de mí, mantuve los ojos cerrados y apoyé mi frente sobre la suya tratando de aminorar mi respiración. Renesmee jadeaba ligeramente sobre mis labios al estar a tan corta distancia, apreté la mandíbula y me forcé a abrir los ojos y separarme un poco de ella.

  ―Hay una continuación de lo que te mostré―Murmuró con voz débil. Tenia la vista fija en mí y el ceño fruncido de tal manera que le daba a su rostro una seriedad inmensa.

  ―No lo necesito saber.―Repliqué con el rostro contraído. Asi no debió ser nuestra despedida, así no debieron ocurrir las cosas.

  Ella hizo caso omiso a mí replica y con la palma de su mano sobre mi cara me mostró lo que se supone ella creía importante de informar.

  "Observé" sin tener más opción y quede totalmente horrorizado ante sus recuerdos. No podía ser verdad, esto no debería de estar pasando. No!

  Me alejé de ella bruscamente, retrocediendo y tratando de asimilar lo que acababa de ver. Intenté pensar con la cabeza tratando de encontrar alguna razón para que Jacob la deje ir tan fácil. Su deber era hacerla feliz y la estaba dejando ir así sin más.

  En la expresión de Renesmee no había nada más que tristeza y pena, pero había algo que me aturdía aparte de todo aquello. Se acercó y sus manos volvieron a atrapar mi cara mostrándome algo a lo que yo no estaba completamente dispuesto a observar.

  En su interior, me mostró los impulsos que tuvo al besar los labios de Jacob, ese fuerte deseo de continuar pegada a su alta temperatura, comparando todo eso con lo que sintió hace unos segundos al besarnos. En su interior, ella había realizado una elección, una decisión grave que cambiaria todo lo que había tenido sentido hasta ahora.

  ―Te quiero...―Susurró observando fijamente mis ojos.

  Aquella pequeña frase resultó ser indescriptiblemente poderosa contra mi lado pensante. Por unos segundos me hundió en lo más profundo para luego quedar completamente aturdido. Aun así, La Razón lógica y real de la situación me mantuvo de pie comprendiendo la gravedad de la situación.

  ―No, Renesmee.―Logre decir con todo el dolor de mi alma.―No puedo...

  Cuantas veces habría deseado oír esas palabras decir de ella dedicadas a mí? No lo creía posible y fue por eso que nunca logre imaginarlo. Ahora que estaba pasando y no veía con claridad las cosas, no sabía cómo era posible que yo fuera capas de haber dicho lo que acababa de decir.

  La expresión de dolor de Renesmee me mataba por dentro, no era justo, nada de esto era justo. Ella no recordaba los fuertes sentimientos que sentía por Jacob y eso la hacia incompleta. No podía tomar... ni siquiera pensar en que podía creerme esas palabras.

  ―Pero yo te quiero―Volvió a repetir con voz ahogada.―Que...?

  Unas espesas lagrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas hasta llegar a su barbilla.

  ―No―Repetí firmemente. No debía dejarme llevar, Jacob no se merecía esto. Que demonios estaba haciendo el?! Por qué no la detuvo?! Por qué no le dijo lo de su compromiso?!

  De pronto, la expresión de Renesmee cambió adquiriendo un color rojo y mostrando repentino enfado mientras hablaba y trataba de entender mi reacción.

  ―Por que...? que... yo.. yo te quiero a ti! por qué no puedes entender eso y aceptarlo! por qué?!necesito saber, dímelo!!

  ―Porque te vas a casar!―Bramé sin contenerme más.―Te vas a cazar con Jacob... estás comprometida con él y acabas de tirarlo todo con esa decisión.

  Ella se quedó en silencio, anonadada y perpleja de la noticia con las lagrimas empapando su rostro.

  ―No puedo permitir eso Renesmee. No puedo convertirme en un estorbo para tu felicidad, no podría vivir con eso. Créeme, lo he intentado, lo intenté, te juro que lo intente...

  Observé como su rostro se desmoronaba lentamente desgarrándome a la misma velocidad por dentro. Lo que estaba haciendo no tenia fundamento para lo que deseaba en el fondo, quería decirle cuanto la amaba, cuanto significaba ella para mí y cuanto deseaba poder hacerme cargo yo mismo de su felicidad, ser yo quien velara por ella durante las noches en sus sueños y cuidar de ella para no apartarme nunca jamas; Pero esto no se trataba de lo que yo deseara, se trataba de su felicidad y de lo que era mejor para ella. Aun estaba a tiempo, ella aun podría regresar con Jacob pues sabia que este la aceptaría aunque ella jamas pudiera recordarlo y amarlo como lo hacia antes, ella tarde o temprano volvería a sentir lo mismo por él, era algo inevitable y eso lo supe desde que los vi juntos. La extraña magia que los rodeaba era incomprensible pero cierta de algún modo.

  Renesmee clavo los ojos en el suelo y tras varios minutos de silencio interminables, volvió a mirarme. Esta vez, note un cambió y una extraña serenidad en su expresión.

  ―Y si te dijera que tú eres mi felicidad?―Interpeló en casi un susurro, con una nota de suplica oculta bajo su fachada.―Y si te dijera que por más que sepa la verdad completa te sigo eligiendo a ti?

  No tuve palabras para responderle. Esto se había pasado de mis manos mucho antes de que ella hubiera articulado aquellas palabras tan tentadoras y la vez gloriosas para este sentimiento que gritaba dentro de mí. Al no ver respuesta, se acercó un poco más hasta levantar sus manos temblorosas e indecisas, algo en mi me decía que había un miedo al rechazo en los temblores que le recorrían... Y yo, no fui capas de rechazarla después de todo lo que había dicho y hecho. Cuando sus manos sujetaron mi rostro entre ellas, los temblores desaparecieron junto con los temores, pues ella tanto como yo, estaba al tanto de que ya no me quedaban fuerzas para seguir resistiéndome. Exhalé todo el aire contenido y mis manos acogieron su rostro acariciándolo y limpiándole las lagrimas que había derramado por mi culpa.

  ―Lo ultimo que deseo es verte sufrir.―Murmuré antes de inclinarme sobre sus labios.

  La bese, la bese y la amé con toda la delicadeza del mundo; Tomándome mi tiempo y demostrándole que tan sencillo era amarla. Sentir sus labios prácticamente unidos a los míos en una entidad ya se estaba convirtiendo en una obsesión y en una necesidad, justo como sucedió al acostumbrarme al constante tacto de su cálida mano unida a la mía. Podía sentir sin necesidad de que ella me los mostrara con su don, cuanto significaba que la besara como lo hacia en ese preciso instante. No importaba que se avecinaba ni cuan duras serian las circunstancias a partir de su decisión, pues lo unico que se encontraba dentro de los dos era amor por ambos, un amor que por fin podía demostrarse libremente sin necesidad de rodeos y disfrutando de lo real que era. Porque esto no era un sueño, era real y el hecho de que los vampiros no dormían lo afirmaba.

  Podía hacerlo. Estaba casi seguro de ello, de no haber sido porque ahora tenia en claro que era lo que realmente deseaba. Ahora sí que podía ir y presentarme frente a la vampiro con aquel peculiar don y decirle que lo utilizara conmigo. Ahora estaba completamente seguro de lo que quería y mi unico deseo ahora era que Renesmee recuperara su memoria, que recuperara lo que vivimos antes y que me recordara justo como lo éramos, no importaba si eso quería decir que ella recuperaría aquel sentimiento por Jacob, mi unico deseo era que ella recordase.

  Las pocas horas restantes que me quedaban, habían sido las mejores y más maravillosas durante toda mi vida como mortal e inmortal. Absolutamente en ningún momento pude llegar a pensar en que me podría hartar de sentir sus labios en los míos. No necesitamos de palabras y solo nos limitamos a permanecer juntos del uno del otro mientras el sol se ocultaba para darle paso al oscuro cielo estrellado, finalizando su tarea junto con mis últimos minutos junto a ella. Recostados contra uno de los arboles y su cabeza apoyada contra mi pecho, tras decir una última vez un "te amo", sus ojos cayeron exhaustos entrando en el sueño profundo. Cuando observé el cielo oscurecido sobre nosotros, pude comprender que mi tiempo se había agotado. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo y un molesto escozor picó mis ojos junto con un nudo en mi garganta. Inhalé y exhalé un par de veces antes de incorporarme con sumo cuidado de no perturbar su sueño y me senté enfrente de ella observándola dormir tranquilamente bajo la luz de la luna. Su piel pálida mostraba un hermoso color platino y sus cabellos broncíneos brillaban casi tan dorados como las estrellas. Había llegado el momento más duro de todo el día, había llegado mi despedida...

  ―Te prometí que haría todo lo que estuviera a mi alcance... Y lo pienso cumplir.

  Saber que ella recuperaría la memoria era mi ultimo consuelo después de saber lo que ella logró demostrar  sentir por mí... Y si alguna vez ella recordaría todo esto y seria feliz junto a Jacob, nuevamente amándolo como antes y ser feliz. Eso era lo unico que me daba aliento para seguir adelante.

  ―Te amo Renesmee. No estoy seguro de poder hacerlo bien sin ti, pero te amo y eso es lo que cuenta en realidad...Te quiero con toda mi alma.

  Dicho esto, me acerqué con cuidado, besé por ultima vez sus cálidos y dulces labios, y con él, me llevé estos últimos maravillosos recuerdos junto a ella.

  No desee volver la vista atrás mientras dejaba a lo que más me había aferrado en toda mi existencia. Nunca pude entender como me fue posible alejarme cuando en mi interior lo unico que deseaba era volver para nunca alejarme, y es que el amor es algo tan ilógico que no tiende a dar razones ni explicaciones. Pero ahora era diferente, ahora tenia en claro mis ideales...

    Mucha gente se hace una idea equivocada sobre la verdadera felicidad; No se consigue satisfaciendo los propios deseos, sino siendo fieles a un cometido que merezca la pena.

Helen Keller

~ Renesmee ~

  Me sentía más dichosa y a la vez, por alguna razón a la que desconocía, un vacío a mi lado, como si algo me faltase. 

  La oscuridad era tal, que de alguna manera sabia que me encontraba soñando. No sabia desde cuando o cuanto tiempo habría pasado desde que me quede dormida, pero la extraña sensación de abrir los ojos estaba constantemente inquietándome. Hubo mucho rato de silencio y de oscuridad sin ver ni soñar absolutamente nada... Cuando de pronto, como si me hubieran lanzado agua helada sobre la piel, una horrible sensación me recorrió por todo el cuerpo, haciendo que instantáneamente me estremeciera. Sentí como mi cuerpo se removió tratando de despertar, pero antes de que pudiera estar consiente de ello, una serie de  "recuerdos" llegaron a mi mente con toda la claridad, casi como si estuviera viviéndolo en ese mismo instante:

   Forks; Mi familia, cada uno de ellos; Mi hogar; Y mi Jake... Jacob, mi querido Jacob, mi prometido.

  Cuando creí que aquella sensación insoportablemente fuerte había devastado con toda clase de conciencia habitada en mí, más recuerdos se agolparon bruscamente contra mi mente. Lo recordé todo... Absolutamente todo. Como si piezas del rompecabezas incompleto hubieran vuelto a sus respectivos lugares. Mi mente no dejaba de susurrar su nombre... 

  Jacob...

  Jacob...

  Jake... Como pude olvidarte?!

  Recordé cada momento valioso junto a él, desde mi infancia hasta el día en que me convirtió en su prometida.

  Haley... Eliott... Quinn...

  Mi mente viajó de un lado a otro recordando cada uno de los momentos junto a mis amigos. Entonces lo vi, lo reconocí, era él... su rostro, su voz, su esencia...

  "Creí que todos los vampiros tenían buenos reflejos"

  Era él y mi corazón dio un pálpito fuerte y potente contra mi pecho. Esa era la primera vez que él me dirigió la pa;abra y la primera vez en que lo vi tan cerca...

  " Nessie, te presento a Dylan Hogan, él es parte de nuestro aquelarre..."

  La voz de Quinn se ahogó en mis recuerdos en cuanto pronuncio su nombre.

  Dylan... Como olvidarlo. La persona que creció dentro de mí hasta llegar hasta el punto de que su existencia llegara a ser tan necesaria como el oxígeno para mi cuerpo.

"No lo entiendes?...Te quiero a ti, Renesmee. Eres lo único que he deseado tanto en la vida y lo único en lo que no puedo desistir por más que lo intente."

  Como olvidar que aquellas palabras que me hicieron abrir los ojos por primera vez... Lo confundida que me sentí era poco comparado con el despertar abrazador del inmenso sentimiento por él que surgieron de repente. Cuando cada vez que lo sentía cerca, cada vez que mi conciencia se reusaba a seguir esos impulsos hacia él... Ahora me preguntó como es que había logrado superarme a mí misma. En estos momentos deseaba encontrar aquella mano que había estado adherida a la mía durante tanto tiempo; su presencia infaltable y su compañía fiel desde un principio.

  "Te prometí que haría todo lo que estuviera a mi alcance... Y lo pienso cumplir."

  Algo se removió en mi interior al recordar aquellas palabras, no tenia idea de cuando las había oído, pero a juzgar por lo claras y firmes que eran, había logrado remover mi interior como algo inquietante.

  Sin saber como las lagrimas lograron escapar de mis ojos sellados, las sentí arder sobre mi cara como si pudieran recordarme como es que me sentía colgar de un hilo hacia un abismo. Aquellas palabras las saboreaba como su fueran una lastimosa despedida y una extraña intuición me decía que no estaba equivocándome. La necesidad y desesperación por abrir los ojos y buscarlo... Asegurarme de que me equivocaba, de que él aun se encontraba junto a mí y que no era posible de que aquella era una despedida, me instaba a abrir los ojos. El miedo, la paranoia de no encontrarlo y de averiguar la verdad de la dura realidad me hacia acobardarme.

Búscalo...―Me instó una voz―Abre los ojos y encuéntralo...

 Tengo miedo... Y que pasa si no esta?

  Sentía como la tentación de quedarme dormida y seguir soñando con los recuerdos gratos era fuerte e incluso más satisfactoria que arriesgarme al enorme dolor que vendría si no lo encontraría al abrir los ojos.

  Mas lagrimas se derramaron y esta vez por la impotencia de ser tan cobarde y débil.

  Sentí la mano de alguien sobre la mía y reconocí su tacto al instante.

  "Jacob" Me dijo su calidez. Quise abrir los ojos nuevamente, y recordé que si los abría, había la probable posibilidad de que Dylan no se hallara junto a mí. La mano de Jacob se deslizó por una de mis mejillas recogiendo a su paso una de mis lagrimas. Con esto, supe cuan miserable debía ser yo para hacerle sufrir con mi pena... Él, que se merecía lo mejor de lo mejor no debería permanecer al lado de alguien tan débil como yo. Pero claro... Esa era una de sus características que lo hacían mi "Jake", él tenia ese extra poder de poder curar aquellas heridas como una vez lo hizo con mi madre. Me ayudaría a mi también? Podría el simplemente amarme como lo había hecho hasta ahora después de lo que yo le había hecho? Yo podría ser tan egoísta como para arrastrarlo conmigo? Pensé amargamente que probablemente si era posible, pues Jacob no tendría opciones al depender de la "Imprimación".

  Una vez más, nuevos recuerdos cercanos resonaron dentro de mí, y con él, mi intuición me aseguró de lo que más temía.

 "Te amo Renesmee. No estoy seguro de poder hacerlo bien sin ti, pero te amo y eso es lo que cuenta en realidad...Te quiero con toda mi alma."

  Aquello había sido la afirmativa de mis temores. El ya no estaba y yo no sabia como afrontarlo... Ni siquiera me había dado la oportunidad de responderle, ni siquiera me había permitido afrontarlo como debe de ser y es que él había pensado en que haciéndolo de esta manera seria fácil para mí.

  "...Te quiero con toda mi alma"

  Almacenaría esas palabras en mi cabeza para siempre.

  ―Y yo a ti.―Respondí aun que él ya estuviera lo suficientemente lejos para no pudiera escucharme ahora.

  ―Nessie?―La voz de Jacob sonó apagada a mi lado, cerca, como me lo había imaginado.

  Tan solo escuchar su voz, y la necesidad de mirar su rostro con aquel sentimiento que exigía por él, me hicieron ganar fuerzas y lograr abrir mis ojos.

  La luz que se colaba por una ventana fue la culpable de que no pudiera orientarme desde un principio, percatándome de que me hallaba tendida en una cómoda cama y en una habitación a la que me parecía muy familiar. Las cortinas de satén se agitaban suavemente con la brisa que se colaba por la ventana abierta de par en par. Las paredes rústicas y el olor a madera me recordaron a mi cabaña: Estaba en mi casita reconstruida, estaba en Forks.

  Mis ojos no tardaron en posarse sobre los de Jacob, quien aguardaba con una expresión ansiosa y preocupada a mi lado. Lo abrace fuertemente con mis brazos vacíos, en busca de lo que me hacia falta y sentía con desesperación llenar cuanto antes. Su cálida piel resultó ser un alivio para el agujero en mi pecho y sus brazos rodeándome me recordaron la protección que siempre me habían brindado.

  ―Lo siento... Siento las cosas que te dije, yo... yo no sabia... yo...

  ―Tranquila, Nessie. Lo sé, todo esta bien. Estoy aquí, estoy aquí... Estoy aquí...

 Aquellas palabras me recordaron lo que tambien echaba en falta.
  Pero él no esta...―Pensé con una punzada dolorosa.