Cap. 6 - Renesmee - "Tan cerca del FINAL"

"Si hay algo cierto, es que de vez en cuando es necesario dejar todo tal y como esta y olvidar sin mirar atrás aquellas cosas que hincan por dentro... Pero usar esta clase de táctica te trae solo unos instantes de paz, luego llega la bomba que dejaste recorrer el tiempo libremente y te das cuenta de que ahora cuentas con menos tiempo de lo que tenias antes."

  Corrí sin detenerme hacia la multitud de la ciudad, repartiendo miradas surtidas a mis espaldas con la esperanza de que Dylan apareciera en cualquier momento y me asegurara de que todo estaría bien. Confiaba en él plenamente y creía que esa clase de magnitud no señalaba ninguna clase de peligro para él.
  Por supuesto. Él era fuerte y sabia defenderse... Pero aun así no podía dejar de girar la cabeza en busca de su presencia.
  Las calles aquí eran pobladas, trate de mezclarme con la gente intentado dejar desapercibida y actuando con naturalidad. A pesar de que me esforcé por aparentar normalidad, sentía muchas miradas clavarse en mí. Quizá y solo era idea mía al sentirme acosada por alguna amenaza, pero lo cierto es que no veía la hora en que Dylan se reuniera conmigo. Me sentía completamente sola en un lugar desconocido, con gente desconocida y con una posible amenaza tras de mí. Pero sobre todo, me sentía desprotegida como nunca.

  Tropecé con nerviosismo varias veces caminando sin rumbo alguno. Tenia planeado permanecer bajo la luz del sol que seria mí única protección si es que había alguna amenaza. Me resultaba imposible dejar de lado mí estado alerta y atento a cualquier movimiento a mí alrededor. Las personas que tenia en un radio de tres metros, todas ellas las tenía vigiladas esperando ver algún movimiento extraño. Caminé hasta toparme con un parque de niños donde reposaba en el medio un estanque con un pequeño y curioso angelito en el centro rodeado de agua chorreando de sus manos que se extendían hacia el cielo.
  En el fondo de mí mente, tenia en cuenta los gritos de felicidad de los niños que corrían de aquí para aya, desde un columpio a otro haciendo que en mí mente revivieran recuerdos nostálgicos de hacia mucho tiempo cuando era niña, recordando aquellas tardes en La Push. Recordé que en eso entonces no me diferenciaba mucho a como se veían estos niños. Podía divertirme en lo que fuera que estuviera haciendo gracias a Jacob, el hacia que todo fuera diversión y es por eso que fue creciendo dentro de mí como algo más especial que un mejor amigo cuando comencé a fijarme en aquellos detalles al cumplir edad. Ese mejor amigo al que empece a observar como un compañero, me había pedido que fuera su leal compañera por toda la eternidad...
  No entendía como era que mi pecho regocijaba de felicidad al pensar en todo ello, pertenecer solo a él seria algo a lo que no cabía en mí corazón lleno de felicidad... Pero a la vez sentía que esa felicidad no era completa. No podría ser completa, no sin Dylan...

  Sin darme cuenta, poco a poco había llegado a necesitar de su presencia tanto como al oxígeno. Jacob había sido desde siempre lo más importante para mí y lo seguía siendo, y es solo porque nunca podía haber pensado en que algún día pudiera desaparecer de mí vida... En cambio, Dylan, sentía que él podía desaparecer en cualquier momento puesto que estaba en todo su derecho. Permanecer a mí lado sería solo su dolor y lo sabíamos los dos, por eso no podía evitar sentir temor a que eso ocurriera.
  Decir que era egoísta al querer que nada cambiase durante toda la eternidad,era quedarse corto, ese deseo había sido un capricho inconcebible e infantil de mí parte. El hecho de que seamos inmortales no significaba que nuestros lazos lo serian. Aun cuando sé todo esto, y me doy cuenta de lo erróneo que había sido dejar pasar muchas cosas vitales por alto, creyendo que así perdurarían, no puedo evitar desear que el tiempo se congelara en aquella vez cuando todos éramos felices por una fracción de tiempo, el mismo tiempo que duro aquel viaje de regresó a casa en el avión de primera clase. Supe que si quería el tiempo congelado, quería que fuera justo en esa cavina.
  Pero la vida no era así de simple, la vida continua y nos arrastras con ella a empujones. Tal y como lo hizo conmigo...
  La vida me había puesto delante de un altar con la persona a quien amaba esperándome en el final del recorrido, como también a alguien demasiado valioso detrás de mí como para avanzar hacia delante y dejarle allí solo.
  De pronto veía por delante un futuro lleno de felicidad al lado de Jacob en lo alto de un altar, un futuro del que ya todos estaban esperando desde siempre. Pero por otro lado, detrás de mí, veía un futuro completamente distinto pero al igual que el otro lleno de felicidad... Un futuro del que nadie podía deparar ni adivinar como acabaría, un futuro al que nadie esperaba que ocurriera, desconocido y sobre todo tan tentador como el otro futuro junto a Jacob. Un futuro junto a Dylan.
  Ese sueño que alguna vez ocupo mi mente: Un hermoso bebe en mis brazos y al hombre a quien amaba a mí lado... Hace unos días atrás tenia rostro, y solo me cabía en la cabeza que definitivamente seria Jacob. Pero ahora ni siquiera podía afirmar si la temperatura corporal de aquella mano acariciándome era ardiente o gélida.
  Cuando desperté de mis pensamientos, me di cuenta de que había estado hundida tanto, que había perdido la noción del tiempo. El cielo trasladaba nubes color naranja y el sol ya estaba fuera del alcance de mí vista. En aquel parque ya solo se oía el chorro a cántaros de la fuente y las voces de los niños ya no me rodeaban. En aquel parque no había nadie más que yo y el silencio. Un leve y pausado chirrido proviniente del columpio al tambalearse con el viento le daba al parque una visión siniestra, como si un fantasma se columpiará en silencio en medio de un parque completamente vacío. Las hojas de los arboles creaban su propio ritmo cuando el viento aumentaba su intensidad alborotando mis cabellos. La sensación de miedo regresó como un zopazo directo a mí pecho y una vez más sentí la urgencia de buscar la multitud de la que debería estar rodeada.

  Quise dar él primer paso para salir de allí, cuando una mano gélida como él hielo me aferro por él brazo deteniendo mí avance. Me giré con una vana esperanza de que fuera Dylan quien me había encontrado... Pero en cuanto me encontré con unos ojos escarlata me quede tan fría como la mano que me adhería. Se trataba de uno de ellos...
  Con panico reluciendo en mis ojos, me zafé de su agarre y en menos de lo que se tarda en parpadear estuve a una moderada distancia de ella y en guardia. La adrenalina corrió por mis venas a toda velocidad y deje que fluyera en mí él instinto de la supervivencia. Pronto, ya no la veía como una vampira, sino como una simple y fiera amenaza haciendo que absolutamente todo a mí alrededor resultara menos confiable. Mis instintos se dispararon como nunca al sentirme vulnerable estando sola y, fue entonces cuando comprendí de cuanto había contado con la protección perenne de Dylan.
  Tuve miedo... Y no porque debía enfrentarme a esto yo sola. Uno de ellos estaba frente a mí, lo cual me llenaba la cabeza de incertidumbres ideas y preocupaciones. Tuve miedo por pensar en que algo malo le hubiera ocurrido a Dylan.
  ―Espera.―Hablo ella con una voz de soprano.―No huyas...
  ―Quien huye?―Bramé con tono amenazante.
  No pensaba huir. Ya no. Esa angustia de cuidarme las espaldas sin saber cuando ni por donde surgirá la primera amenaza estaba matándome lentamente. Y gracias a esto, poco a poco empezaba a dudar de poder mantener los escrúpulos a raya.
  ―No he venido a hacerte daño.
  Sí, claro. Solo a charlar...
  ―Donde esta?―Exigí tratando de mostrar hostilidad, sabedora de a quien me refería al preguntar.
  ―No hay tiempo para hablar. Debemos irnos ya.
  Sabia que no era posible confiar en un vampiro al que se desconocía por completo, y más aún cuando sus ojos mostraban cuanta sangre humana habría venido bebiendo desde quien sabe cuando, mis venas ofrecían esa sangre a la que ella estaba dispuesta a probar, ya sea por curiosidad de lo inhabitual al ser yo una híbrida o solo sea porque tendría sed, pero algo en ella, su tono de voz, su expresión sincera y urgente me hacían dudar del peligro que sentía por dentro.
  ―Que quieres decir?―Le espete.
  ―Aunque corras y escondas, tarde o temprano él te encontrará.
  ―Sí, ya. Y quieres que te siga a ti?―Inquirí con una nota de sarcasmo sin dejar de lado lo que acababa de decir: El
  Sabia a quien se refería con "El", y eso me estrujó él estómago cuando caí en la cuenta de que uno más de ellos estaba vivo tras de mí, dejándome una vez más sin noticia de lo que le podría haber pasado a Dylan. 
  ―Haz lo que quieras.―Dijo con impaciencia.―Pero debes saber que no estoy en él mismo bando que él de él, y que sin una guía por esta ciudad, más que perdida, date por muerta con un vampiro como él que se te viene encima.―Anadio con una expresión grave.
  Algo en mí me decía que estaba diciendo la verdad. Por eso ahora estaba segura de que si había peligro detrás de mí, y junto con eso, lo que no pude pasar por alto, apaciguando la adrenalina y dejándome helada nuevamente, fue recordar a Dylan en un uno contra tres.
  Inmediatamente él arrepentimiento por haberle dejado allí solo crispó mis fracciones dificultándome respirar. Sí ella estaba aquí, frente a mí asegurando de que uno de ellos también se encontraba buscándome... Que había pasado con Dylan?
  Sentí como los ojos me escocieron al no saber nada de él cargando con la culpabilidad de haberle dejado solo. aguante las ganas de empezar a chillar repitiéndome en mí fuero interno que aún no estaba todo en claro... Aun así, ese nudo en mí garganta y la loza en mí pecho los cuales me dificultaban cada vez más la respiración, no desaparecieron.
  Pronto, sentí con claridad como mis ojos empezaron a humedecerse.
  ―Espera.―Llamee con voz ahogada deteniendo su avance cuando ya proponía retirarse.―Donde... Donde esta mí...?
  ―El vampiro que esta detrás de ti, es muy listo a pesar de que aún es neonato. Pero tiene más ventajas que tu compañero si se trata de terreno. El escapó antes de que tu pareja lo atrapase.
  Un ramalazo de alivio subió desde mí estomago hasta mí pecho liberándome de aquel peso cuando supe que Dylan estaba bien. En él fondo sabía que Dylan no podría ser vencido por un neonato, aún así eso no quitaba la posibilidad de que saliera mal herido por mí causa.
  ―Por qué traicionarías a tu amigo ayudándome a mí?
  ―En primer lugar; Ese depravado al que te refieres como mi amigo, no pertenece a mí bando. Ya podrías haberte dado cuenta al verme pisoteada por él hace un rato.―Apuntó con repentina amargura. Y a decir verdad, ahora que lo mencionaba, si recordaba la escena de hace momentos, cuando en él callejón, no tenían la pinta de ser amigos. Eso significaba que ahora si podía confiar en ella?―...Y en segundo lugar; No te estoy ayudando a ti, sino a tu pareja por haberme librado de la plasta de Erin. No vieras como esa hija de puta tuvo su merecido cuando tu novio arrancó su cabeza...

  ―Él... Dylan no es mí... no es mi novio.―Corregí con un repentino rubor.
  ―Y crees que a mí eso me importa?―Gruñó entrecerrando los ojos.―Yo que tu dejo de parlotear y comienzo a correr.
  Pensé en ello, y en definitiva ella tenia razón. No era momento para charlar, no en un momento crucial con el peligro asechando. La mejor opción que tenia por ahora, era evitar cruzarme con la amenaza y tratar de reunirme con Dylan...
 ... Ver a Dylan como mi novio... Con la libertad esa de la que se goza sin tener que estar arrepintiéndome o estar al tanto de no cometer ningún error que pudiera perjudicar mí verdadera relación con mí verdadero novio. Lo primero y unico que se me viene a la mente al pensar en ello, es el recuerdo de aquella noche en la habitación del hotel cuando reveló sus sentimientos hacia mí... Aquel beso que me sorprendió en su momento y...
  ―Eh! Es que acaso no has escuchado nada de lo que te he dicho?―Me sacó de mis pensamientos con voz irritada.―Deja de soñar despierta y huye antes de que...
  Ella se interrumpió en mitad de la frase cuando sentimos el viento agitarse súbitamente cerca de nosotras. Giramos a la vez para encontrarnos con una sombría sonrisa bañada en sangre y unos ojos al rojo vivo relucientes de sangre humana.
  ―No dejas de ser entrometida, verdad Lindsy?―Habló el vampiro limpiándose la boca con él antebrazo y avanzando hacia nosotras.―Aún no he acabado contigo. Pero tienes suerte. Sabes? Todo esto es raro porque es nuevo para mí. Aunque he venido bebiéndome dos cuerpos enteros, verla a ella y sentir su vibrante corazón tan cerca, hace que se me haga agua la boca.―Sus ojos me penetraron y parecían ver algo más halla de lo que le permitían ver. Podía verlo saboreando mi sangre incluso antes de que comenzara a abalanzarse sobre mí cuello.―Dime. Este ardor, esta quemazón en la garganta es así todo el tiempo?―Volvió a girarse hacia Lindsy.―Porque la verdad no me importaría beberme a toda la ciudad entera... Aunque pensándolo bien, la curiosidad me mata. Lo unico que me importa ahora es probar la sangre de esta jovencita.―Me señaló  con la barbilla para después regresar su mirada ansiosa hacia mí dirección.
  Podía ver cuanto le costaba aguantar y hablar con tono casual, pero sus manos empuñadas con una fuerza excesiva y sus movimientos rápidos y ansiosos me decían cuanto daría por lanzarse ahora mismo y acabar con todo. Lo peor aun, era que esto solo significaba algo: Él estaba esperando para disfrutar de la ocasión. No querría acabar con todo esto tan rápido y sencillo, pues tenia toda la pinta de ser un desquiciado quien gozaría de cada gota de mí sangre por cada segundo. Incluso en este preciso instante estaba disfrutando al verme indefensa frente a sus espeluznantes ojos...
  Me vi incrustada en el césped del parque boca abajo al intentar emprender mi huida cuando micro segundos más tardes él me cayó encima con aquella fuerza inigualable de la que tanto había escuchado. Reprimí un alarido de dolor cuando presionó más fuerte su rodilla contra mí espinazo dorsal. Un pequeño y apenas perceptible gemido se me escapo de entre dientes y casi pude imaginar su cara de satisfacción al saber cuanto dolor podría sentir su presa en estos momentos. No podía moverme, estaba totalmente inmóvil con su fuerza concentrada en mí cintura. Me extraño el hecho de que mis huesos semi-humanos no cedieran ante la preción haciéndose añicos de una vez por todas. Fue otro descubrimiento saber que mis huesos eran tan resistentes como la dura piel vampirica que me envolvía. Simplemente irónico llegar a descubrir algo más de uno mismo justo antes de morir...

  Pensar en esto solo hizo que soltara una risilla histérica cuando menos me lo esperaba, pues lo cierto es que no sentía miedo alguno. Quizá y me estaría entrando la locura al saber que tan cerca estaba de la muerte y también era obvio la inmadurez por mi parte al tomarme las cosas restándole importancia, pero lo que bien sabia yo, era que gozaba de poca experiencia sobre lucha de cuerpo a cuerpo... bien podría decir "poca", pero era algo. Eso y sin contar con el buen mentor quien me enseñó.
  De pronto, con un agitado viento cruzando sobre nosotros, el peso que tenia encima ya no lo sentí más. El estanque donde el angelito posaba irrumpible, quedo echo escombros cuando mi atacante colisionó contra este, creando una enorme charca en la hierva a sus pies cuando las tuberías emitieron un ruidoso chirrido al quebrarse.
  ―Cometí un error al crearlos, Josh.―Habló la vampira de pie frente a mí con una repentina voz helada, tan quebradiza como el cristal.―Y voy a enmendarlo ahora mismo.
  El vampiro al que Lindsy llamo como "Josh", esbozó una leve sonrisa la cual quedo ahogada convirtiéndose en una mueca impaciente, su rostro se quebró y relució la ira y la impaciencia que hasta ahora había estado reprimiendo por mantenerse contralado todo este tiempo. Su expresión y su postura quebrantaron su fachada revelando al neófito que era a su vez que profería un rugido estremecedor dedicado a su creadora que ahora lo retaba a un uno a uno.
  En cuando menos me lo esperaba, esto se había convertido en una lucha entre ellos dos dejándome de lado... O al menos eso creí hasta que supe que yo no estaba del todo fuera. Deseaba aprovechar esta oportunidad para huir y dejar la batalla de vida o muerte para los que si se empeñaban en llevar a cavo, yo por mi parte no tenia nada que ver excepto que el vampiro furioso, quien se encontraba ocupado por el momento, trataría de matarme en cuanto tuviera las manos desocupadas. Intenté huir, pero lastimosamente sin éxito, ya que la lucha duró tan poco acabándose cuando el neófito arrancó un brazo de su creadora aventándolo en mi dirección, incrustándose en el árbol justo detrás de mí. Lindsy, quien se encontraba en el suelo revolcándose de dolor, quedo incapacitada el tiempo suficiente para que el neófito dedicara nuevamente toda su atención en mí. Ahora sus ojos relucían ansiosos y furiosos por descontado. Lo unico que había logrado Lindsy, fue enfurecerle haciendo que se saliera de control como el neonato que es, desesperado por lo unico que les importa a esa temprana edad... Sangre.
  Mi corazón lo llamaba a gritos con el insistente y acelerado pulso al volver la adrenalina a mis venas. Entonces, el no espero más y con un rápido salto asechó a su presa sediento de mi sangre.
  Solo hasta entonces, no me había dado cuenta de esta ventaja. Él era mucho más fuerte y más rápido, de eso no cabía la menor duda. Pero  no podía olvidar que el aun era un neófito descontrolado, por tanto, no se diferenciaba a un licántropo. El no era consiente de lo que sucedía y solo se dedicaba a querer acertar uno de sus poderosos golpes y garras que intentaban alcanzarme para poder darse el gusto de apaciguar el ardor en su garganta. Esa llama que lo instaba con urgencia a tener mi sangre como una pomada para su dolor, era la misma que le hacia verse como una fiera letal y descontrolada, cuanto más difícil le resultaba atraparme (La única presa con posibilidades de huir), más descontrolado se volvía.
 Un descuidó, un solo y mínimo descuidó y seria fatal. Me repetía constantemente tratando de mantener la calma y la concentración... Eso, mientras aun tenia las fuerzas suficientes para mantener el ritmo. Sin duda, él podría estar así durante una eternidad, yo en cambio, comenzaba a sentirme exhausta y a sentir oleadas de cansancio.
  De pronto, sentí que todo acabaría en menos de lo que pensaba, y ese fue el momento cuando perdí el equilibrio quedando completamente indefensa. Entonces, tan rápido como si no hubiera hecho el más mínimo movimiento, me atizo uno de sus golpes desubicándome los suficientes segundos para acabar lo comenzado de una vez por todas. Desorientada por caer bruscamente al suelo, intente recuperarme al erguirme demasiado rápido... Cuando una punzada dolorosa se posó justo al lado derecho de mi torso obligándome a quedarme en la misma posición cuando evité revolcarme de dolor en ese preciso instante. La misma dificultad de respirar volvió, pero esta vez por causas distintas.
  Supe que no solo tenia una costilla rota, sino que también diversos puntos de mi cuerpo aguardaban terribles dolores. Aun así, sabia que estos dolores no se compararían con lo desconocido que se vendría en instantes, nadie y tampoco había ningún testimonio que revelase el resultado de lo que podría pasar cuando un híbrido como yo, era mordido por un vampiro ponzoñoso. Supe que cuando aquel neófito mordiera mi piel para beber mi sangre, bien podría morir a causa del veneno o bien pasaría algo inesperado al que no cabria la menor suposición puesto que yo sería la primera en experimentarlo.
  Observé con expresión grave aquellos ojos ardientes y sedientos, pero note que él había recuperado el control de sus actos por la sonrisa que esbozó al contemplar mi estado débil e indefenso. Él, secretamente ya había empezado a disfrutar y a relamerse los dientes antes de poder dar su primer mordisco a su delicioso postre.
...
  No sabría explicar lo que hice, pues yo misma no estaba segura de lo que acababa de hacer. Un momento de delirio quizás o una simple estrategia para alargar mi vida con la vaga esperanza de que Dylan apareciese y me salvara como siempre lo hacia, o quizá solo fue un intento de acortar mi sufrimiento para que todo acabara rápido. Sea cual sea La razón, no importó mucho, ya que dio el mismo resultado... Vi con un último rayo de luz, como aquellos despiadados ojos me observaron sangrar, y sentí las sorbidas que daba a gran trago de mi sangre.
  Poco a poco, no me importo nada, solo aquellos rostros de las personas a las que había amado durante toda mi larga pero corta vida. La mente se me nubló y pronto solo me quedo esperar a que todo acabara lo antes posible.

Leer Cap. siguiente>>

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   Si, Asi es mis queridas lectoras, asi acaba la historia: Renesmee muere en manos de un neófito desquiciado sin quedarse con Jacob ni con Dylan....

 xD!!jajajajaja!!

 No, que va, estoy de broma chicas :P

 La historia continua y no se la pierdan!!! :D

 Lo se, lo se... No suelo demorar mucho para con mis Cap.s, y ultimamente tardo casi una semana en publicar y lo siento mucho :(

 Pero es que tengo que estudiar y buscar trabajo... que mas puedo decir :'(

 Se que no se merecen escuchar escusas ni mucho menos mis problemas, pero ya saben, quedaria incluso mas fatal si me creyeran una sobrada xD!! (ESO NUNCA!!!!) Ustedes chicas son la razon de que yo sigua escribiendo :D!!

No olvideis COMENTAR, vale??? Gracias a todas por leer y muchisimas gracias a las que me regalan sus palabras comentando. Esas palabras las guardo con cariño en mi corazoncito :)

 Las quiero muuuuuchoooo!!! No lo olvideis (o> 3 <o)!!!

POSDATA:

 Eh aqui un SPOLIER:

• El proximo Cap. volvera a ser narrado por Dylan.
• Renesmee de una significativa manera, no sera la misma.
• Dylan se cabreara... Y mucho...xD!!! jaja

yuri-lu...