Cap. 30 Renesmee: Mi otro ser.

-- Quien eres y que demonios haces aquí?-- El hombre, mascullo entre dientes lentamente las palabras como si tratara de contener la ira, pero sin mucho éxito ya que todo su cuerpo sufría temblores a causa de la ira. No paso ni un segundo y este exigió una vez mas.-- Que carajos estas haciendo aquí?!-- estallo en gritos.

-- Yo...-- Trate de explicarme pero en cuanto abrí la boca, me interrumpió con un aullido ensordecedor haciendo que me cubriera los oídos con las manos.

  Inmediatamente gire mi cabeza hacia la ventana, buscando la luz del día, asegurándome de que aun había tiempo de escapar mientras el licántropo aun no entrara en fase...

 Oh, no...

 La luz apenas iluminaba el cielo y la cabaña estaba casi a oscuras por dentro. Salte a la ventana y antes de  aventarme hacia el montón de arboles que se hallaban a unos pasos de la cabaña, la curiosidad hizo que volteara para presenciar la transformación del licántropo en sus últimos segundos, era algo distinto a lo que esperaba, algo que me hizo entrar en pánico de tan solo presenciarlo, había esperado que la transformación de un licántropo fuera similar a la de los metamorfos a los que estaba acostumbrada ver, pero eso no se le acercaba ni de asomo a esto; el cuerpo del humano comenzó con las combulciones, su cuerpo se desformaba tomando la forma de algo mas grande y adoptando la forma de un gigantesco lobo encorvado; Fijo su mirada en mi que aun permanicia agazapada y paralizada antes de saltar hacia el otro lado. Corre! Grite en mi fuero interno. El licántropo ya entrado en fase, luciendo sus colmillos, aullo una vez mas y me hizo entrar en razón. Me lance hacia el bosque que ya estaba teñido de un color azul marino acompañado de la resplandeciente luna casi llena, y escuche como las enormes patas del licántropo rasgaron el piso de madera de la cabaña para después romper con su enorme cuerpo atravesando el cristal que tenia empotrado la ventana por donde escape yo.

 Sentí la adrenalina fluir por mis venas haciendo que renaciera algo en mi por primera vez: el coraje y el valor de enfrentarme a algo con mis propio esfuerzo, sin depender de nadie que estea dispuesto a interceptar ese peligro que tenia detrás persiguiéndome. Sentí que mis sentidos sobrenaturales se dispararon de una forma diferente a lo que había creído tener, esto no era igual a la caza, ni tampoco al miedo, esto se trataba de mis sentidos del vampiro que llevaba dentro de mi. Nunca me había sentido mas inhumana que ahora, me sentía del todo sobrenatural, algo que definitivamente relucía las diferencias de un común y corriente humano, aparte de la super fuerza y la velocidad junto con mis dondes, me sentía una criatura capaz de ser peligrosa por primera vez en mi larga vida de inmortal.

 Todo esto fluyendo dentro de mi, hizo que en el preciso instante una sonrisa se marcara por si sola en mi cara por esta nueva y satisfactoria sensacion.

 Escuche el bosque a mi alrededor como nunca lo había escuchado, podía percibir mas cosas con la vista y sentir mas vivo que nunca la sombría foresta. Mis oídos mas agudos que antes captaron el ritmo acelerado que venia directo hacia mi en una velocidad casi frenética, podía saber con exactitud cuanto le tomaría al licántropo alcanzarme con cada zancada que daba, una tras otra; Tenia solo seis segundos para pensar en alguna táctica efectiva contra mi primera amenaza directa antes de que me alcanzara. Sentí la necesidad de girarme y hacerle frente, sabia que un noventa y nueve porciento jugaba en mi contra, pero no me importaba intentar jugar con mi uno porciento; Lo único que me detuvo hacer esta clase de estupidez era la razón lógica que aun quedaba en mi cabeza mientras disfrutaba esta nueva sensacion, hacer ese tipo de idiotez no me implicaría solo a mi, seria muy inmaduro para pensar solo en mi y no en mi familia que podría lastimar, con tan solo lastimarme a mi misma. Pero no podía seguir así.

 Cinco segundos, y el licántropo estuvo a cuarenta y tres metros de mi.

 Piensa! ...Que podía hacer?

 Cuatro segundos, y estuvo a treinta y cinco de mi.

 Vamos! Piensa!

 Tres segundos.

 Estaría cerca alguien que podría ayudarme? Algún metamórfo? Alguien de la manada de Sam o de Jacob?

 Dos segundos.

 Ni de coña! esta es mi lucha! Reclamo el ser despiadado ya despierto en mi.

 Un segundo... y cuando estuvo a menos de tres metros, gire abruptamente hacia mi lado derecho, el licántropo estiro su cuello con la boca llena de filudos dientes tratando de atraparme con ellos. Y como lo espere, la velocidad en la que iba su cuerpo no reacciono de la misma manera como su cabeza, quiso frenar como lo hice yo mientras lo único que atraparon sus colmillos fueron aire y barro, cuando sus cuatro patas dejaron surcos en el barro resbalandoce en el y cayendo indefenso en el suelo, no tenia mucho tiempo para pensar en lo siguiente, ya que en menos de un segundo comenzó a revolcarce en el barro intentando ponerse de nuevo en cuatro patas.

 Y ya esta. Todo acabó demasiado rápido como para poder planearlo, en ese momento solo actuó mi puro instinto de un depredador recordándome la caza como base  del echo. Rápidamente, y con cuidado de no toparme con una de sus filudas garras y colmillos en movimiento intentando alcanzarme mientras aun permanecía en el barro, alcance su yugular y le desgarre el cuello en busca del flujo de su sangre, que por cierto no olía nada atractiva si la veías como alimento, pero en estos momentos, era yo o el quien serviría de alimento uno del otro. El no haber cazado durante días, ayudo a pasar por alto el horrible olor que me impedía continuar, aunque admito que la sangre sabia totalmente lo contrario al olor, esta sangre, aun que fuera de un licántropo, sabia un poco mas cercano al sabor de la sangre humana, quizá por que aun llevaba poco tiempo de su transformación...

 Pare de succionar ese delicioso y mas exquisito sabor al darme cuenta de lo que estaba haciendo, pero ya era demasiado tarde. Me puse en pie lentamente, mis ojos desearon ver del mejor perfil posible lo que había hecho en un momento de puro instinto junto a la adrenalina; El licántropo quedo demacrado en el barro, era demasiado tarde para parar a estas alturas, pues ya no había vida en ese cuerpo animal.

 Que he hecho...

 Mire las palmas de mis manos ensangrentadas, pasee la vista por mi vestimenta desgarrada llena de barro y sangre, mis brazos, mi cabello, todo ensangrentado, quizás algunas heridas en mi cuerpo, no lo podía saber por la gran cantidad de sangre chorreando por mi cuerpo a causa de la lluvia que empezó a caer del cielo, ni me importaba. Todo me pareció oscuro y macabro con migo en pie y el licántropo en el suelo, haciendome parecer la desquiciada de una película de terror, me pareció que el cielo lloraba por lo que había hecho, sentí la urgencia de implorar perdón y me pregunte si no me estaría volviendo loca quizás, quien sabe? ni me importa...

-- Nessie!-- Escuche la voz de papa llamar a lo lejos. No hice ademán de contestar ya que podía saber con exactitud donde estaba, así que cerré los ojos para intentar ocultar la visión que podía ayudarle a encontrarme. Pero sabia que era inútil, el olor a sangre seria demasiado fuerte para que un vampiro pudiera percibirlo. Así que espere a que me cayera todo encima: La sorpresa, la culpa, el horror de mi misma, el arrepentimiento inservible que ya no valía de nada en estos momentos, cuando el licántropo ya había muerto. Las piernas me flaquearon y caí de rodillas ante en licántropo.

 Escuche los pasos de papa a la carrera dirigiéndose aquí, y también escuche su siseo al leer mi mente de lo que había ocurrido en estos últimos segundos y aumentar la velocidad de su carrera llegando finalmente a mi.-- Renesmee, hija mía!-- sentí sus fríos brazos rodearme con fuerza.

-- Nessie!-- Llamo mama acercándose rápidamente a mi. Tomo mi cabeza entre sus manos y pude ver la viva preocupación en su semblante.-- Estas bien?! Te has hecho daño?!-- Pregunto examinando mi ensangrentado cuerpo; Pero yo no pude responder, sentí mi cabeza ida, como si me faltara tiempo para asimilar lo ocurrido.

-- Que ha ocurrido?!-- Preguntó una voz masculina, que no reconocí al instante. Pero era familiar... Sam?

 Mama miro a mi padre que tenia sus ojos clavados en el licántropo a nuestro lado, y luego su excreción cambio al horror.

-- Lo siento...-- susurre entre el llanto que empezaba a emerger desde mi pecho.-- Lo siento.-- Volví a susurrar recordando la ultima escena con mis manos aferradas a las de mi madre.

 Mama siseo y examino mi cuerpo desesperadamente.

-- Esta herida, Edward!-- Bramo.-- Llama a Carlisle!

 Papa me sostuvo el brazo por una fracción de segundo viéndolo.

-- No, sera mejor que la llevemos a la casa, llegaremos mas rápido...-- Dijo con tono urgente, intentando ayudarme a ponerme en pie.

 Que?! Ellos estaban preocupados por una insignificante herida cuando yo había acecinado a alguien?!

-- No... No, Basta!-- Me resistí.-- Es que no lo entienden acaso?!

Papa y mama me miraron sorprendidos por mi reacción, claramente no lo entendían...

-- He acecinado a alguien! A un inocente! bebí su sangre hasta matarle! Y lo peor aun, es que disfrute de ello...-- Termine sin aliento para seguir.

 había logrado matar a mi primer contrincante cargándome la vida de un inocente humano. Un humano que podría haber sido cualquier otra persona, incluida mi mejor amiga Haley. Este hombre era exactamente igual a Jacob, solo era un inocente en el lugar y en el momento inoportuno, tratando de proteger a alguien; era un buen hombre y yo había acabado con su vida a cambio de la mía...

-- No hay ser o criatura mas despreciable que yo.

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