Cap. 4 - Dylan - "Amar sin consecuencias"

 Si amarla era pecar, pecaría hasta mi final y así, después de haberla amado lo suficiente, entonces, solo entonces, junto con mis pecados me iría al mismo infierno declarándome culpable sin protestar y sin dejar de hacerlo. Y si mi cuerpo ardería en el fuego del infierno, me daría igual... después de todo, que fuego revesaría el calor de la llama que arde en mi ahora mismo?

 Rogué por k esta sensación perdurara hasta la mañana que traería consigo la presencia de Renesmee. Me mantuve tumbado en la cama perfectamente tendida, contando todas y cada una de mis respiraciones raramente apaciguadas y calmadas, juraría que si alguien me viera, vería a un simple humano durmiendo en paz y armonía. Y a decir verdad, en estos momentos hasta yo mismo empezaba a creerlo. De alguna manera me volvía a sentir humano... Renesmee me hacia humano.
 Sentir este alivio después de lo de anoche me hizo comprender que más que la idea de perder a Renesmee, la inconsciente idea y sensación que tenia de alejarme de ella era la causante de mi angustia... o quién sabe? Quizá y esta milagrosa cura solo era por el echo de que por primera vez había podido experimentar estar en el verdadero cielo al probar un poco de ella... si el caso era ese, solo me quedaba esperar a que no fuera similar a la drogadicción, ya que si era así, me esperaba una larga y peligrosa adicción, desearía cada momento probar nuevamente de mi droga y desearía probar más y más hasta desearlo todo. La simple idea resultaba terrorífica. Me senté de golpe sobre la cama con el rostro algo descompuesto por el miedo.

―Esta tiene que ser la primera y la ultima vez.―Ｍe repetí estrictamente.

 Aun así, recordar mi más grande pecado cometido, el de anoche, me arranco una sonrisa y trajo consigo una vez más esa bella sensación. Sin duda alguna, tener la memoria de un vampiro resultaba ser gratificante, me había gravado cada uno de los pequeñísimos detalles, desde su fragancia a tal cercanía, hasta el sabor de sus labios. Por fin en mis ochenta años de edad, había hallado algo bueno con respecto a pertenecer a lo sobrenatural. Llegada la hora acordada, al salir de mi habitación, me encontré con Renesmee en las mismas. Cuando ella giro sobre sí, me dedico una de sus adorables sonrisas, solo que esta, no llego a ocultar el cansancio y el sueño que luchaban dentro de ella. Sin duda, se había pasado toda la noche en vela por mi culpa.

―Y aquí vamos...―Repuso con un suspiro.―Creo que nos espera unas largas semanas.
―Vives desde hace décadas y unas semanas te parecen largas?
 La voz de Quinn irrumpió en el pasillo cuando salio de su habitación continua.
―Ya. Pero no lo decía literalmente.―Se excusó.―Lo decía porque hasta ahora no he soportado vivir lejos de la tecnología y todas esas facilidades.

―Pero si tu naturaleza es esta.―Le recordé.―De que espécimen eres?―Inquirí burlonamente.
―Hey! Recuerda que soy mitad y mitad. En mi defensa puedo decir que estoy más acostumbrada a ser humana.
―Te recuerdo que tu dieta no es estrictamente humana. Nessie.
―Ya. Ni la de ustedes, si así lo ponen.―Contraatacó.
 Y así, nos encaminamos hacia la salida, donde estarían los demás a la espera.

 Decir que nos esperaba unas semanas largas, era quedarse corto. Yo por mi parte, no lo veía tan malo de ninguna manera, las cosas parecieron mejorar después de lo de anoche, y como ya dije, me sentía más tranquilo y aliviado, lo único que rondaba ahora por mi cabeza, era mantener esta sensación todo el tiempo posible, y francamente, estar cerca de Renesmee ayudaba mucho. había decidido no oponerme a mis sentimientos hacia Renesmee y aceptarlos tal y como me dictaban sin retenerlos... Retenerlos podría llegar a ser un peligro si contábamos con lo que se podría desatar, justo como paso ayer por la noche.

 Era extraño el caso que se daba... Creía que de alguna manera las cosas entre Renesmee y yo cambiarían después de lo sucedido, pero aun así, sentía como si nuestra relación fuera aun más apegada y cercana.
...Le sonreí a mi suerte. Todo había resultado al contrario de lo que me imaginaba y temía que pasara.
 Al llegar la hora de partida, abordamos la avioneta que nos llevaría a nuestro destino, primero se encargaría de dejarnos en nuestra isla desierta que seria nuestro hogar durante las próximas semanas.
　Observé con atención como Renesmee revoloteaba sus bolsillos y luego su equipaje. Su rostro relució pánico al comprender algo intangible. No sé si me di cuenta porque sus movimientos se tornaban más rápidos, fuera de la normalidad humana, o si fue porque nunca le quitaba la vista de encima. Sea cual sea mi excusa, me sentí frustrado al no comprender que era lo que le preocupaba.

― Esperen!―Gritó buscando algo en concreto.
―Que ocurre?―Pregunte inquieto.
―Creo que me he dejado algo en el hotel.
―Lo siento señorita. Pero el horario está marcado y tenemos que despegar ahora.―Se escuchó una voz  desde la cabina de control.
―Lo sé. Creo que los alcanzaré luego.―Convino para nosotros desabrochándose el cinturón de seguridad.
―Espera, Nessie.―La llamó Haley.―Es tan importante?
 Renesmee no contestó de inmediato. Agachó la mirada y mientras cogía apresuradamente uno de sus bolsos de menor carga, se dirigió a la compuerta de salida.
―No se preocupen, los alcanzaré en cuanto pueda.―Volvió a repetir.― solo iré a por lo que voy y nos encontraremos allá.
　Mis manos desabrocharon el cinturón que me ataba inútilmente mientras me apartaba de mi asiento.
―Te acompaño.―Declaré alcanzándola a la salida.
―Solo serán unas horas de retraso hasta que contrate otra avioneta.―Aseguró bajando de un salto ágil hacia el suelo.
―Sí, ya. Y desde cuando te salen las cosas tal y como las planeas?―Inquirí con sarcasmo refiriéndome a todos sus planes y eventos fallidos.
 Siempre, absolutamente todas las ocasiones nunca salen como ella las planea. Y aun así quería que le dejara ir sola?
 Ella rodó los ojos resoplando con resignación. Bien, esta vez entendió rápido. De todos modos no iba permitir dejarle marchar sola.

 Antes de salir de la cabina, escuche con claridad la voz monótona de Eliott rezongar divertido.
―Diviértanse!―Soltó una risilla tonta.―Nosotros nos divertiremos por aquí también... Oh! y no se les ocurra olvidar como llegar a la isla...―Otra estúpida risa.―Recuerden que el viaje es en grupo, no de luna de miel, tortolitos... Ay!―Un golpe sordo se oyó contra su cabeza.―Pero ahora yo que hice?!
 Alguien había tenido la gentileza de darle lo que yo le habría dado en mi lugar. Supuse que fue Ryan, después de todo, el estaría más que gustoso de volverlo hacer.
―Para que lo sepas, se llaman percances, y sin ellos, la vida seria aburrida.―Justificó Renesmee llamando nuevamente mi atención cuando ya habíamos tomado un gran tramo apartándonos de la avioneta y dirigiéndonos de regreso al hotel.
―Si con "aburrido" te refieres al concepto: No jugar al "Las traes" con Licántropos... Creo que mi vida sera aburrida de ahora en adelante.
―Eso solo sucedió una vez!―Se excusó. ―...Bueno, puede que dos o tres veces... Pero ya sabes a que me refiero...

...

Correr hacia el hotel, seria la forma más rápida de llegar, pero gracias a que este era un país lleno de turistas y de gente por doquier, no nos quedo de otra que tomar un taxi. Reí por lo irónico de mi situación. Y yo que creí ser un vampiro de pura naturaleza.
Llegando, me limité a esperarle en la sala de recepción mientras ella se dirigía a su antiguo cuarto. Mis suposiciones me decían que no tardaría mucho, y esto debió suponer un punto más para preguntarme con inquietud el porqué Renesmee tardaba tanto, hasta que decidí (no pude aguantar más) ayudar.
 Encontré la puerta abierta de par en par y me encontré con una Renesmee desesperaba revoloteando por toda la habitación.
―Genial! Bien hecho Renesmee Cullen!―Agarró sus cabellos con frustración.―Tengo que encontrar mi...
 Se detuvo de golpe al percatarse de mi presencia.
―Por qué tanta agonía?―Pregunté extrañado ignorando que seria tan importante para buscarlo de esa manera. Cartera? Teléfono celular? Su amuleto de la suerte acaso?
―Dijiste que esperarías abajo...
―Dos son mejor que uno.―Respondí con indiferencia.
 Ella se mordió el labio inferior y enarcó una sonrisa apenas perceptible.
―Supongo que sí.
―Y bien? Que estamos buscando?―Pregunté remangándome las mangas.
 Ella se mordió una vez más el labio.
 A mí no me engaña, ella solo hace eso cuando algo oculta.
Mecánicamente se llevó sus manos atrás, ocultándolas de mi vista.
 Sin permiso alguno tome sus manos entre las mías y observé con atención buscando el indicio. Aparte de unas hermosas y cálidas manos, no logre diferenciar nada fuera de lo normal. Hasta que de pronto caí en la cuenta.
―Estas de broma?―Pregunte incrédulo.― Haz perdido tu anillo de compromiso?
―No lo he perdido...―Corrigió.―Solo... Se me ha quedado por aquí, en alguna parte.
―Vale. Como digas. Busquémoslo cuanto antes.
―Vale.
―Donde fue la ultima vez que lo viste?―Pregunte escrutando la habitación.
―Pues, a decir verdad, solo me lo quité para darme un baño justo antes de que te viera en la acera hoy por la madrugada.
―No lo llevabas contigo cuando bajaste?
 Ella se limitó a negar con la cabeza.
―OK...―Suspire pensando en comenzar por el cuarto de baño.
 De pronto, mostró su rostro más decaído de lo normal, sus ojos mostraban cansancio y algo inquietos escrutando la habitación con la mirada. Ella suspiró y me extrañó mucho el hecho de que aún no haya comenzado a rezongar, solo entonces, me di cuenta de cuan importante era ese anillo para ella...
 La verdad, no sabría decir si lo mio era masoquismo o solo se debía a que era tan estúpido como para buscar dicho anillo de compromiso que me quitaba todo derecho sobre ella, pero lo cierto es que no soportaba aquella expresión inusual en ella. Tuve la necesidad urgente de hacer algo.
―Tengo una idea.―Atraje su atención.―Que te parece si apostamos a quien lo encuentra más rápido?―Propuse sabiendo la reacción que causaría en ella.
―Vale!―Repuso con entusiasmo repentino. Pero aun así, se notaba esa chispa de preocupación en sus ojos.―Y que apuestas?
―Nada.
―Asi no tendrá sentido! Vamos, apostemos!
―Créeme, no querrías dejarme apostar lo que yo quiero.―Le advertí.
 Si pudiera obtener lo que más quiero con tan solo una apuesta, mi amor seria correspondido. pero eso no es algo que se pueda apostar. un beso quizá? Jamas le haría eso. ni aun cuando me muero de ganas...
―Pues yo si quiero apostar algo.―Apuntó con aquella expresión a la que ya conocía perfectamente.
―Que es?―Pregunté con cara de póker.
―Uhm... Si gano, aceptaras un desafío contra mí sin dejarte vencer...
―Oh, no. Eso no Renesmee. Ya sabes lo que opino de eso.―Me negué rotundamente.
 Hacia muchas veces que me lo había pedido e insistido, acepte el echo de enseñarle algunas cosas básicas sobre lucha de cuerpo a cuerpo suponía de alguna manera un beneficio, ya que así ella estaría preparada por si algo sucediera, pero ella insistía en ponerla a prueba de cuanto había mejorado. Como podría mirarla como un blanco buscando la manera de hacerle daño?

―Oh, valla... Tienes miedo de perder?―Repuso enarcando una ceja.
 ...Adorable.
―Vale...―Acepte resignado.
 Por lo menos ahora había logrado hacerla sonreír, además, no tenia intención alguna de perder.
―Comenzamos a la cuenta de tres...
 Me moví a velocidad inhumana dirigiéndome directo hacia el cuarto de baño oyendo como Renesmee exclamaba mi nombre y un "Tramposo" antes de comenzar a revolotear por todo el cuarto. Buscamos y buscamos cada rincón de la habitación, desde cajones hasta debajo de las alfombras.
 No retuve las ganas de echarle un ojo a Renesmee. Se veía tan viva y centrada en encontrar su preciado anillo, sabia muy bien el porqué, pero podía notar esa chispa viva en ella sobre todo porqué recordaba cual era su expresión cada vez que me contaba sus competiciones que tenia con Jacob desde que era pequeña. Ese rubor que se mostraba en sus mejillas lo decía todo acerca de sus sentimientos por el con tan solo recordar aquellos detalles. Me afligía reconocer que ella jamas sentiría lo mismo por mí... Pero lo cierto es que de alguna manera me sentía privilegiado: Yo la conocía mejor que nadie, y sabia que de algún modo ella me necesitaba en su vida, ya sea como un amigo o como la persona que la obligó a escapar de su hogar para buscarnos en una isla infestada de licántropos.
 Mientras buscábamos a gran velocidad, me preguntaba que era lo que tanto nos divertía de esto. Renesmee se carcajeaba cada vez que intentaba quitarme algún sitio del cuarto donde aún no habíamos buscado y no entiendo como es que yo mismo acabé por encima del gran ropero, seria ilógico buscar en aquel lugar, pero aun así, acabé divirtiéndome tanto como ella mientras buscábamos en otros lugares que ni siquiera se nos habría podido imaginar encontrar el pequeño anillo. Más que una competencia, esto se había convertido en un ridículo pero divertido juego de niños.
 Hasta que por fin Renesmee cayó rendida sobre la cama echa un desastre con las sabanas alborotadas.
―No lo entiendo!―Dijo exhausta.―Estoy segura de que esta en esta habitación.
―A menos de que se haya caído por la tubería del caño o algo, debe estar por aquí.―Apunté buscando detrás de las cortinas.
―Pero si hemos buscado cada rincón y...
 Se detuvo en seco cuando mi vista quedó clava en la cama aun sin examinar. Entonces como si me hubiera leído la mente se abalanzó sobre las almohadas retirándolas de la cabecera. Un destello pequeño pero perceptible se distinguió justo cuando una sonrisa se iluminaba en su rostro, entonces, antes de que ella pudiera recogerlo con sus lentas manos presas de la emoción, el dichoso anillo estuvo entre mis manos asegurando mi victoria.
―No es justo!―Chilló tratando de arrebatármelo.―Yo lo encontré primero.
―Y yo lo he cogido primero, así que eso me hace el vencedor...
―Pero que dices?!
―No sabia que eras mala perdedora.
 Entonces no preví un inesperado y ágil movimiento que realizo al intentar coger el anillo que llevaba en mí mano por encima de nosotros. Por acto reflejo, se estiró hasta alcanzar mi mano y la cercanía quedó tan acortada, que su rostro quedó a milímetros del mío. El recuerdo de lo de anoche revivió en mí como si una marea trajera consigo todas las consecuencias, aquella tentación volvió a emerger al saber que solo bastaba acortar lo poco que quedaba y volvería a probar de su esencia una vez más.
 No. No podía hacer esto. Lo sabia muy bien y lo repetía con desesperación dentro de mí.
Pero es que ella no reaccionaba de ninguna manera! estaba allí! inmóvil, con su respiración agitada golpeándome e instándome a probar de ella...
 Mi cuerpo solo reaccionó a lo que ella instaba, de repente la tuve recostada contra la cama sin haberme apartado lo más mínimo, sentía su corazón palpitar con fuerza debajo de mí pecho, como si yo también pudiera sentir que el mío palpitara. Su respiración agitada me seguía invitando y no hubo nada que me dictara detener lo que mis impulsos me pedían que hiciera.
 Maldije por dentro. Porque Renesmee no se oponía?!
 Ella podría apartarme fácilmente ya que ni siquiera tenia intenciones de oponerme a ello, ella podía zafarse en este mismo instante antes de que algo sucediera, ella podía... hacerme desearla aun más.
 Me odie... Por no ser lo suficientemente fuerte para resistirme y hacer lo correcto. Me acerque lentamente disfrutando de su olor, recordando la noche anterior y viviendo al mismo tiempo lo real que era, cerré los ojos y rocé con la punta de mí nariz la suya, inspirando profundamente su embriagante perfume, acaricie con mí mejilla la suya acercando mi boca a su oreja y disfrutando el olor de su cabello, aun podía sentir su corazón latir desenfrenadamente debajo del mío, era realmente agradable sentirlo. Mi mano derecha buscó la suya a nuestro costado y la tome para no soltarla jamas entrelanzando mis dedos con los suyos. De pronto, su cálido aliento rozó mi mejilla llamando nuevamente mí atención e intenciones a sus labios. Mi otra mano apoyada contra la cama, deseó acariciar su rostro... Entonces sentí la contextura de aquel diminuto símbolo de "su amor" en mí mano. Lo sentí arder como si fuera hierro al rojo vivo obligándome a frenar mis intenciones para con su prometida.
 Me aparte de ella rápidamente aprovechando esta oportunidad para huir de aquellos deseos maliciosos.
 Aquel anillo realmente había logrado frenar mis intenciones con éxito. Aun podía sentirlo arder entre mí mano, necesité calmarme antes de hacerlo añicos inconscientemente aturdido por la sorpresa y preso de mis emociones. Permanecí apartado de la cama, y como si necesitara apoyo, quede recostado contra la pared, débil y aun aturdido. Nos miramos desconcertados por unos largos minutos, inmóviles y sin poder articular palabra alguna.
 Juraría que sentí palpitar el anillo que aun apresaba entre mis dedos, obligándome nuevamente a regresar a la realidad. No sabia que decir y aun que hubiera algo por decir, no creía tener el valor suficiente para articularlo. No podía decir "lo siento" puesto que no lo sentía; sino todo lo contrario, lo deseaba, incluso en estos momentos. No deseaba mentir, me prometí no mentir acerca de mis sentimientos y no lo haría. Aun que supongo que lo único que importaba ahora, era saber que decidiría ella? Tal vez y vería todo esto de la manera más recomendable y me diría adiós para siempre por el bien de todos... O quizá y su amor de amistad hacia mí era tan fuerte que no se atrevería a decírmelo. En tal caso que me quedaba por hacer? Decir yo mismo "Adiós"? Seria capas de hacerlo? ...A quien quiero engañar. Jamas podría.
Yo desde el momento en que probé de ella, decidí vivir con esto no importase lo que se viniera, pero estar cerca de ella resultaba tan grato y satisfactorio como también peligrosamente arriesgado. Aun así, quería amarla y no dejaría de hacerlo jamas aun que así lo deseara.

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Hola chicas!!!! Que les parecio el Cap?! Les confieso de que al principio solo queria escribir la busqueda del anillo en la habitacion y la cercania de los dos (nessie y dylan) pero al imaginarme la escena... ufff no me resisti en agregar lo demas xD! ya me entienden :D

Bueno, espero que les haya gustado y que siempre valga la pena la espera :)

besoss!!! y comenten pleaseeeee!! me esforce mucho xD!!

yuri-lu...