Cap. 3 - Dylan - "El Fruto Prohibido..."

Hubo un tiempo en el que creí que el sinónimo de "AMOR" era paz, armonía y felicidad...

Llegue a descubrir que estaba equivocado. Llamenle "CONFUSO", "COMPLICADO", "IRRACIONAL", o como quieran. Pero a pesar de todas las definiciones que podría tener y estar erróneas a su misma vez... "HERMOSO" es el mejor concepto que se le podría dar... De eso no cave la menor duda.

 Su perfume inundó cada rincón de mi cabeza haciendo que lo único que deseara fuera probar sus labios de una vez por todas... Inhalé por una ultima vez mas su fragancia asegurándome de que ella era real y acorte lo poco que quedaba... 

 De pronto, sentí una calidez dentro de mi pecho cuando mis labios deseosos y decididos, saborearon por primera vez ese sabor exquisito que me tenia loco, acaricie cada textura de sus labios encontrando en ellos el lugar que habían estado buscando todo este tiempo, como si encajaran a la perfección... Ella sabia mejor de lo que su olor me tentaba.

 Ahora lo tenia claro, Renesmee era la única cura que tenia; Sus labios eran un alivio, su roce al tacto vivo era como alimentar el fuego que sentía dentro de mi, era la primera vez que sentía calor desde que fui inmortal; Su fragancia era el perfume mas delicioso y exquisito.

 Sentí tanto no haber podido soportar mas las ganas de amarla, pero a la vez me sentí dichoso de haber podido experimentar este sentimiento de satisfacción en cuanto la sentí tan cerca, su respiracion, su aliento, la suavidad de sus labios... Noté el tiempo detenerse por esa fracción de segundo, y en ese pequeño lapso olvidé todo lo que me atormentaba, pensando y disfrutando del presente...

...Ahora. Solo ella y yo.

 Aun que sentía el tiempo detenido, en el fondo tenia en claro de que tarde o temprano debía despertar de este cielo en sueño y debería enfrentarme a la realidad... Por que debía ser justo y sincero conmigo mismo, las cosas ya estaban echas... "Lo echo, echo esta", Renesmee no me veía como yo a ella, ni mucho menos yo tenia el derecho de probar su esencia.

 Aprovecha y memoriza este instante y guardalo como si fuera tu propia vida.― Me dije a mi mismo.― Por que esta fue y será la única vez que pruebes del fruto prohibido.

 Abrir los ojos y encontrarme con la mirada sorprendida de Renesmee, fue lo mas duro y embarazoso que había experimentado en toda mi existencia.

 La he jodido... Había jodido meses y meses de esfuerzo por mantener mis impulsos a raya, y con tan solo unas breves e insignificantes palabras había desistido.

 Sus ojos comenzaron a humedecer y fue entonces cuando un ramalazo de culpabilidad subió hasta mi pecho reemplazando aquel bello sentimiento que intentaba contener. Había descubierto que ese sentimiento era algún tipo de dosis esencial para mi malestar, para llenar ese vacío arrazador y aquella culpabilidad intentaba arrebatarme esa nueva dosis recién aplicada.

―Dylan... Yo... Lo sient...―Su voz se quebró al pronunciar mi nombre y yo por mi parte sentí un estrujón donde se supone estaría mi corazón inmóvil.

 Durante todo este tiempo mi única meta fue proteger esa bella sonrisa característica en ella, y yo en estos momento se la estaba arrancando. Que demonios estaba haciendo?

―No. No lo sientas Renesmee.―Le atajé antes de que pudiera derramar una sola lágrima. No podía hacerme a la idea de que yo fuera el causante de sus penas y tristezas, eso definitivamente no era lo que deseaba, ya que así no tendría sentido el que le haya confesado mis sentimientos hacia ella, el caso era hacerle comprender cuanto la amaba, no esto.―Soy yo el que debe pedir disculpas...

―Oh, Por favor Dylan calla.―Ordeno con voz firme.―Debi darme cuenta... Como pude ser tan ciega! Lo lamento tanto, Dylan. Esto debió de ser duro para ti... Cuanto lo siento!

 Renesmee se paseo por toda la habitación echando humo y al parecer enfadada consigo misma, seguía reprochando y de vez en cuando pasaba tiernamente sus dedos por sus cabellos con frustracion mientras yo permanecía paralizado en el mismo lugar, observando su inesperada reacción. La escena resultaba ser un tanto graciosa, ella de aquí para allá pensando en voz alta, haciendo gestos con las manos y mencionando unas cuantas veces al mismísimo Dios cuando nuevamente recordaba algo mas que añadir.

 Esto definitivamente no me lo esperaba. La Renesmee que yo conocía reaccionaria llorando! Quizá diciendo las mismas palabras pero llorando!

―...Cuantas veces parecía tan obvio! Y hasta te hice prometerme cosas... Oh, Dylan, de verdad lo siento tanto... Como puedo llamarme amiga tuya haciéndote esto!

 Hasta que ya no pude aguantar mas y rompí a reír. Ella me observó desconcertada por un instante hasta que reclamó por mi repentino estallido.

―Pero que es tan gracioso?―Exigio

 Tanto tiempo guardandome todo aquello con miedo a que podría herirle y para nada! Cuantas noches interminables me pasee tratando de abstenerme de no revelarle cuan importante era ella para mi...

 Me acerque hasta ella y como acostumbraba hacer desde siempre, despeine sus cabellos sin poder retener una sonrisa cálida. Cuanto tiempo hace que no lo hacia? Me pareció una eternidad desde que decidí alejarme por el propio bien, y ahora me daba cuenta cuanto la había llegado a extrañar. echaba de menos la cercanía con la que podía estar a su lado, lo natural que era tocarla y lo satisfactorio que era saber que de alguna manera u otra, yo era parte de su vida.

―Eres una caja de sorpresas Renesmee Cullen.―Le respondí verdaderamente admirado.

―Pues no es gracioso.―Replicoo con voz afligida.

 Había llegado a darme cuenta cuales eran las razones por las que amaba a Renesmee incondicionalmente. Una de ellas era que tenia un corazón tan blando para apiadarse de los demás, ese corazón suyo podía llegar a sentir la misma afliccion que la otra persona.

 Pero yo ya no me sentía desdichado como antes. Por alguna extraña razón sentía alivio por primera vez en semanas desde aquella revelación. Así que no me opuse ante mis deseos de cogerla en brazos y acunarla asegurándole que todo estaba bien.

―No hay por que sentir penas.―La atraje hacia mi pecho intentando consolarla. Esto ya no era tan difícil como lo había sido hace unas horas, lo sentía tan natural como antes.―Me alegra poder decírtelo al fin, y creeme que todo esta bien.

 Ella apoyó su cabeza en mi y estrechó sus brazos adaptandolos a mi espalda. Sentí sus tiernos latidos palpitar contra mi cuerpo y fue como si su acompasado corazón aliviase el dolor que iba desistiendo poco a poco. Ya no sentí mas aquel vacío recordando que todo este tiempo había extrañado esta cercanidad. Perdería su amor, si es cierto, pero nunca perdería su cariño.

―Aun así siento mucho todo esto.―Sostuvo enterrando su rostro en mi y apegandoce mas.

 Sabia que sus palabras eran sinceras, pero por mas que las cosas hayan mejorado, eso no significaba que no me afectaría de ningún modo el hecho de que la amaba y de lo tentador que resultaba ser esta situación: Sus brazos rodeandome y su cuerpo apegandoce al mio...

 Respiré hondo y trague oxigeno.

 Digo, aun que ya no sea un humano, mis necesidades como hombre que era prevalecian aun.

 Carraspee la garganta llamando nuevamente su atención.

―Vale, si no quieres que acabe robándote otro beso, sera mejor que lo dejemos allí.―Convine inocentemente.

 Ella alzó la cabeza con la mirada sorprendida y no pude aguantar jugarle una broma.

―Por que la verdad a mi no me importaría.―Advertii divertido.

 Renesmee dio un brinco hacia atrás y casi la vi retroceder hasta la esquina mas alejada de mi.

―...Auch!―Hice un gesto de dolor teatralmente y enseguida distinguí como su rostro se descomponía.

―...Yo... Ah...h..―Claramente su rostro mostró el gran lío que se armaba dentro de ella buscando las palabras correctas de expresarse sin hallar ninguna.

  Volví a reír con ganas y ella se percató de mi pequeña pero picara broma privada, sus dulces mejillas quedaron envueltos en un color rojo encendido haciéndole ver mas linda de lo que ya estaba.

―Eres un...―Dejoo la frase a medias y tampoco pudo retener las risas.

 Dios! Era tan linda!

 Justo en ese instante, fuimos testigos de la luz que comenzaba a colarse por la ventana, el amanecer irrumpió en nuestro pequeño y grato momento haciéndome recordar de que había un mundo exterior fuera de todo esto. Nos esperaba unas largas vacaciones de aventuras.

 Suspire pesadamente.

 Le debía una disculpa a Haley. Al fin de cuentas, ella nuevamente había tenido razón en todo, no de la buena manera pero había acertado. Me sentía pleno y preparado para lo que se venia, y aun que no tuviera el amor correspondido, ahora sabia que nunca perdería a "mi Renesmee".

―Creo que... Sera mejor que me retire.―Convine dirigiéndome hacia la puerta.

No quiero soportar las insinuosas miradas de todos si me descubren salir de esta habitación.―Pensee temeroso de que hayan oído todo lo sucedido. Aunque probablemente así era...

―Dylan... ―Llamo Renesmee alcanzandome en la puerta.―Seguiremos siendo amigos. No?

―Porsupuesto.

 La sonrisa que solo ella sabia hacer reapareció en su bello rostro y tan impulsiva como siempre me dio uno de sus cariñosos abrazos.

―Oh, valla... De veras quieres otro beso?―Bromee con ganas.

 Ella supo que andaba de bromas y solo se limito a reír conmigo.

―Te veré al rato.―Dije besando su coronilla.

 Ella asintió, y solo por sentir deseos de ver aquel rostro colorido de nuevo le dije:

―Por cierto, el noventa y cinco por ciento de lo que te dije es cierto. Ganas no me faltan Renesmee.

 Su rostro volvió a mostrar aquel color como me lo esperaba y reí con gusto de haberlo gozado. Enseguida, salí de su habitación para dirigirme a la mía mientras escuchaba los rítmicos latidos de su corazón acelerarse aun mas y podría jurar que por una milésima de segundo me pareció sentir vibrar el mio también al compás del suyo.

 El amor es cálido, lo puedo sentir aunque mi cuerpo no tenga ni una pizca de calor.

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 Esa noche había sido inesperada para la ingenua Renesmee. Mientras cerraba la puerta de la recámara tras la marcha Dylan, su mente aun se encontraba en blanco sin dejarle razonar por todas aquellas palabras.  Cuando la puerta quedo totalmente cerrada, giró contra ella recostandoce de espalda y encarando la habitación que había sido testigo de lo ocurrido allí.

 Sin saber por que, suspiro profundamente, cerro los ojos y se dejo caer al suelo alfombrado con la yema de los dedos sobre sus labios. Aun podía sentir esa sensacion de tener los labios de Dylan sobre los suyos y fue cuestión de tiempo que sintiera nuevamente la sangre hervir debajo de su piel.

 Fueron muchas emociones por esa noche así que decidió no darle tantas vueltas cogiendo unas toallas y metiéndose a la ducha. Nessie adoraba el calor, adoraba ducharse con agua extremadamente caliente ya que esta le recordaba el roce con la ardiente piel de su amado Jacob. El hecho de que el no haya podido ir a aquel viaje la deprimía, pero no mas que las grandes emociones que la perturbaban en este momento.

 Nessie se despojo de la ropa que llevaba para adentrarse al agua hervida caliente, y como siempre lo hacia, sonrió al tacto exquisito del calor. Pero por alguna razón a la que ella no supo atinar, sintió demaciado caliente la temperatura que la abrazaba todas las mayorías de veces en las que se duchaba, y sin pensarlo mas apago la terma dejándolo en "off". Un chorro nuevo de agua fría reemplazo la hervida haciendo que Nessie se sintiera mejor. Era extraño sentir su cuerpo arder aun así se estea duchando en el agua completamente fría, su piel le quemaba y que decir de su cara, estaba tan roja como un tomate.

 Al salir de la ducha, se dio cuenta de que aun faltaba mucho para la hora prevista de encuentro. Dentro de unas horas partirían a sus fines de aventuras y ella sabia que aun le quedaba el tiempo suficiente como para descansar ya que la noche anterior no había dormido nada. Se recosto en su cama tendida y penetro el techo con la mirada. Los recuerdos y sensaciones de lo que ocurrió unas horas antes la inundaron por completo haciendo que el baño de agua fría fuera inútil, nuevamente se sintió arder.

 Ahora ella sabia los sentimientos de Dylan y no podía dejar de pensar en ello, y por supuesto que con eso incluía al propio Dylan.

Dylan...

 De pronto, el celular que reposaba en la mesita de noche junto a la cama, le saco de ensueños. Ella dio un brinco al asustarse de lo repentino que sonó y se apresuro en mirar quien llamaba.

 Cuando se fijo en la pantallita mostrando el nombre, se quedo paralizada observando como el pequeño artefacto vibraba insistentemente en su mano...

 Pronto sus labios lo leyeron fuerte y claro: Jacob Black...

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Hola!!! Soy yooooooooooo xD!! (Si no quien mas...juju)

 Solo queria aprovechar en dar mis sinceras gracias por haber leído :D

 Y también por visitar mi humilde rinconcito donde guardo mi imaginacion :P

Besos!!! Y gracias de nuevo!!! No olvidéis dejarme vuestros comentarios doncellas :)

Las amooooooo!!! <3

yuri-lu...